La joyería de Joaquín Berao crece en Japón y se reubica en España

Joaquín Berao crece a nivel internacional. La enseña de joyería acaba de inaugurar un nuevo punto de venta en la ciudad nipona de Tokio. Este espacio se suma a los que la empresa ya tiene en los grandes almacenes Mitsukoshi, situados en el barrio de Ginza, y el flagship store ubicado en Aoyama. Además, la empresa acaba de trasladar su establecimiento de Madrid a la calle Lagasca.

El nuevo corner de Joaquín Berao está ubicado en los grandes almacenes Isetán de Tokio. Tras España, el país nipón es el mercado en el que la compañía cuenta con más presencia. No obstante, en los últimos años han tenido que frenar sus planes de expansión.

“A raíz de la catástrofe del tsunami, tuvimos que posponer los planes en el país porque se creó un poco de incertidumbre, aunque ahora el mercado se está recuperando”, explica Joaquín Berao, fundador de la enseña. La marca no tiene planes para abrir ninguna tienda nueva a corto plazo, aunque no descarta continuar creciendo a medio y largo plazo.

En España, Joaquín Berao acaba de trasladar uno de sus establecimientos de ubicación. El nuevo local está ubicado en la calle Lagasca de Madrid. Hasta ahora, la única tienda que Joaquín Berao tenía en Madrid estaba situada en Conde de Xiquena. “Estábamos muy escondidos y ahora tenemos una presencia más visible en una localización muy buena”, subraya Berao. La compañía ha invertido 60.000 euros en el cambio de local y la apertura del nuevo punto de venta, que cuenta con una superficie de 70 metros cuadrados.

Joaquín Berao abrió el primer establecimiento de su marca en 1982, en Madrid, para más tarde ampliar su red de tiendas a Valencia, Milán y Tokio. Antes de fundar su propia enseña, Berao abrió un taller de joyería, que distribuía sus productos a través de espacios multimarca. No obstante, el diseñador quiso desarrollar su propio concepto y proyectarlo de forma aislada, sin contar con otras marcas alrededor. Fue entonces cuando Joaquín Berao fundó su marca.

La compañía, gestionada al 50% por Berao y otro socio, no tiene intención de abrir el capital para impulsar su crecimiento. “Siempre hemos crecido poco a poco y no queremos que eso cambie”, sostiene el diseñador de joyas.

Joaquín Berao cerró el ejercicio 2012 con una facturación de tres millones de euros y prevé incrementar su cifra de negocio un 10% en 2013, hasta 3,3 millones de euros.