Empresa

La asturiana Cucareliquia se convierte en Reliquiae a las puertas de su entrada en Emiratos Árabes

F. Marín-Camp

25 feb 2016 - 04:46

El lujo de Cucareliquia llevará sus complementos a nuevos mercados tras someterse a un cambio de nombre. La compañía asturiana, rebautizada como Reliquiae, proyecta su entrada en Emiratos Árabes tras afianzarse en los mercados asiáticos de la mano del gigante japonés Tasaki, tal y como ha explicado Héctor Jareño, socio fundador de la compañía, a Modaes.es.

 

La empresa, especializada en la producción de complementos de piel, nació en 2011 de la mano de Adrián Díaz y Héctor Jareño, recuperando el pequeño taller de tapicería en piel que este último heredó de su padre, Juan Jareño, y que se fundó en 1957. La intención de ambos emprendedores fue transformar el negocio en una firma de lujo especializada en peletería, recuperando los oficios artesanales.

 

 

Con cinco años de vida y  unas ventas de medio millón de euros en 2015, Reliquiae exporta el 80% de su facturación gracias al tirón de mercados como Alemania, Ucrania y Rusia. “Desde el primer momento fuimos conscientes que nuestra empresa requería de una internacionalización temprana”, admite Jareño. En el mercado español, donde la popularidad de la firma ha venido de la mano de la reina Letizia, los bolsos y la marroquinería se distribuyen en media docena de puntos de venta multimarca.

 

Reliquiae, que dispone de 25 puntos de venta en todo el mundo, proyecta ahora llevar sus artículos a Oriente Medio. “Estamos negociando la entrada en Emiratos Árabes para este 2016”, explica el socio fundador. Este impulso llegará después de la alianza sellada con la compañía japonesa Tasaki, especializada en joyería. La empresa asturiana ha diseñado una colección específica para el grupo nipón, que ya se distribuye en sus flagship stores de Tokyo y Ginza y que, próximamente, se venderá en la veintena de mercados donde Tasaki está presente.

 

La compañía de lujo también dispone de un punto de venta propio en España situado junto al taller. Recientemente, Reliquiae ha invertido 300.000 euros en el traslado de su sede de Gijón a otro punto de la ciudad, donde se encuentra el taller, la tienda y las oficinas del grupo.

 

La compañía, que tiene su sede en Gijón, prevé duplicar sus ventas en 2016 y alcanzar el millón de euros de facturación 

 

Jareño y Díaz, que poseen el cien por cien del capital de la empresa, se encargan de todos los diseños. Los precios de los artículos de la firma van de los 500 euros a los 2.500 euros, aproximadamente. Además, la compañía hace encargos especiales e incluso continúa la labor del tapizado de muebles. La apertura de tiendas monomarca de Reliquiae no está, por ahora, en los planes inmediatos de la empresa pero sí es un objetivo a medio plazo, según explica el fundador.

 

Reliquiae cuenta con una plantilla formada por dieciséis empleados, diez de ellos artesanos. La compañía, que dispone de un plan de formación propio para sumar nuevos talentos a este oficio, busca también profesionalizar la gestión de su negocio con el fichaje de un director general. “Queremos incorporar la figura de un gerente con experiencia en el sector del lujo y la moda –explica Jareño–; es un paso fundamental para encarar el crecimiento de la empresa”.

 

Los planes de la compañía pasan por duplicar sus ventas en 2015, hasta alcanzar el millón de euros de facturación. Reliquiae está respaldada por el fondo de capital riesgo Asturgar, perteneciente al Principado de Asturias, y por Torsa Capital, fondo dependiente del Ayuntamiento de Gijón.