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La ‘app’ Trendy echa el cierre tras dos años incapaz de atraer capital

La start up, impulsada por Juan Cruz Aliaga, había desarrollado una aplicación para el móvil que servía de punto de encuentro para diseñadores emergentes, influencers y consumidores.

C.Juárez

21 jun 2018 - 04:41

La ‘app’ Trendy echa el cierre tras dos años incapaz de atraer capital

 

 

Trendy echa el cierre. La aplicación Trendy, una red social que quiso ser un puto de encuentro para diseñadores emergentes e influencers, cerró sus operaciones tras no conseguir los fondos necesarios. La compañía ha salido a concurso de acreedores por estar en situación de insolvencia.

 

La aplicación nació como una alternativa a otras plataformas donde predominaban grandes marcas. Trendy ofrecía un catálogo social de prendas servía de punto de encuentro para diseñadores emergentes, influencers y consumidores. Con el fin de eliminar barreras que complicaran el proceso de compra, la plataforma permitía realizar la compra sin abandonar el sitio.

 

La start up comenzó a gestarse en mayo de 2015, y salió a la luz a comienzos de 2016 de la mano de Juan Cruz Aliaga, experto en márketing digital. En junio de 2016 la compañía cerró una ronda de financiación de 226.000 euros. Más adelante, en septiembre de 2016, la empresa recibió un préstamo de Enisa por valor de 125.000 euros.

 

 

 

 

A finales de 2016, Trendy lanzó la aplicación para Android, y en enero de 2017, se puso en marcha la plataforma para iOS. En marzo de 2017, la compañía abrió otra ronda de financiación para trazar su crecimiento internacional. Trendy tenía previsto captar 300.000 euros, pero pudo adquirir alrededor de 150.000 euros.

 

A mediados de mayo de 2017, el grupo cerró su primer acuerdo con Yoox Nex-a-Porter (Ynap) con el objetivo de acelerar su expansión. Finalmente, en noviembre de 2017, la compañía cerró sus operaciones tras no conseguir más fondos y no tener aún un modelo de negocio validado.


Entre los motivos por los que cerró Trendy, su fundador, Juan Cruz Aliaga, destaca seis: un mercado de comercio móvil poco maduro, un producto y una tecnología con un bajo nivel de engagement, la puesta en marcha de un plan de márketing acelerado, una falta de conocimiento sobre la gestión de influencers, un entorno de inversores cautos y un equipo con baja motivación.

 

 

 

El modelo de negocio incluía dos vías de monetización: para las marcas pequeñas y medianas que querían vender a través de Trendy, una comisión del 25% por venta. Para las marcas medianas y grandes que vendían a través de sus propios canales o vía grandes distribuidores, una comisión por venta como afiliados a estos programas de alrededor del 10%.

 

Antes de cerrar sus operaciones, la compañía operaba con tres filiales en España, Reino Unido y Estados Unidos, y con más de 180 marcas asociadas, de las que el 70% eran españolas. Durante los últimos meses de actividad, Trendy contaba con 100.000 usuarios activos y planeaba duplicar la cifra con el salto al extranjero, un objetivo del que se quedaron a las puertas de conseguir.