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Kaotiko reorganiza su retail y se apoya en el digital para llegar a los diez millones en 2021

La compañía catalana, que ha cerrado su local del centro comercial La Maquinista, espera facturar dos millones de euros sólo a través de Zalando.

David Ruiz

26 may 2021 - 04:56

Kaotiko reorganiza su retail y se apoya en el digital para llegar a los diez millones en 2021

 

 

Kaotiko reorganiza su negocio. La compañía catalana de moda joven ha cerrado su establecimiento en el centro comercial La Maquinista y se ha volcado en su ecommerce, que ha crecido un 150% en el último año. La empresa prevé facturar dos millones de euros en 2021 sólo a través de Zalando, con quien selló un acuerdo hace poco más de un año, y alcanzar así los diez millones de euros este ejercicio.  

 

“La pandemia ha acelerado nuestros planes de futuro; lo que pensábamos hacer en cuatro años lo hemos tenido que implementar en uno y eso pasa sobre todo por la palanca digital”, explica Germán Bernad, director ejecutivo de la compañía catalana. “Nuestros dos objetivos para 2021 son reforzar el ecommerce aún más y consolidar la expansión internacional”, añade.

 

Esa palanca digital es el gran motor del crecimiento de Kaotiko. “Un crecimiento del 150% en un año es un ejemplo de por donde tenemos que ir”, sostiene Bernad. El acuerdo firmado hace algo más de un año con Zalando está dando más frutos de los inicialmente esperados. “Llegaremos a los dos millones de euros sólo a través de este marketplace”, cuenta Bernad.  Pero, además, ese acuerdo le abre a los mercados del norte de Europa, su otro gran objetivo: Alemania, Bélgica, Dinamarca y Países Bajos, principalmente.

 

La compañía, que también opera actualmente a través de Spartoo, está ya en conversaciones con Asos y algún otro marketplace para poder distribuir sus productos a través de estas plataformas digitales. El 30% de sus ventas ya procede del negocio online. De ahí que la compañía haya readaptado parte de sus intalaciones de Mataró para adecuarla a los nuevos pedidos que lleguan a través del ecommerce.

 

 

 

 

La compañía ha puesto en marcha paralelamente un plan para reestructurar su retail, como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia. Ese mismo mes, ha bajado la persiana definitivamente a su tienda ubicada en el centro comercial La Maquinista, uno de los locales de referencia de la compañía. 

 

Con este cierre, Kaotiko mantiene nueve tiendas abiertas en España: dos en Barcelona, entre ellas su flagship en el número 54 de Rambla de Catalunya, dos en Madrid y siete repartidos entre en Platja d’Aro, Valencia, A coruña, Mallorca y San Sebastián. “El cierre era un proceso natural para centrarnos en las otras, ofreciendo mejor experiencia de compra; hemos customizado nuestras tiendas para que la gente las disfrute”, explica Bernad. La compañía ya cerró, en plena pandemia, otro establecimiento ubicado en el centro comercial Gran Vía 2.

 

La familia Bernard posee en la actualidad el 90% del capital de la sociedad, que compró en 2018 a sus fundadores, Ángel Palacios y Katia Vilagines, tras haberse hecho en 2015 con el 51% de la empresa. Palacios y Vilagines mantienen el 10% pero no participan en la gestión de la empresa.

 

 

 

 

La compañía ha trasladado su sede a la calle Josep Pla, en pleno barrio de Poble Nou de Barcelona y mantiene su centro de producción en Mataró para la confección de sudaderas y camiseta, que representan el grueso de su línea de productos. Desde la fábrica de la comarca de El Maresme se produce cerca del 90% de prendas.

 

El restante 10% procede de tres proveedores nacionales. Desde un taller en granada salen las prendas vaqueras y los jeans, desde Elche, la producción de calzado y en Igualada se confeccionas las prendas de punto y lana. 

 

“La pandemia sólo ha hecho que confirmar lo que ya sabíamos en Kaotiko, que hay que hacer un consumo responsable, que no tiene ningún sentido comprar diez prendas iguales, es mejor comprar dos sostenibles”, defiende Bernad. “Nunca hemos aplicado políticas de descuentos¸, fabricamos semanalmente para no hacer rebajas, para no tirar ropa, para no generar stock, para no prostituir la moda”, concluye.