Júlia G. Escribà, tecnología de la Nasa en el armario

No hace falta darse una vuelta por el espacio para sentirse como un astronauta. O, al menos, un aprendiz de viajero espacial. La start up Júlia G. Escribà arrancó en 2019 con un objetivo: usar e implantar en la moda la innovación y tecnología más punteras. La fundadora de la empresa, que da nombre a la compañía, puso en marcha la marca con la idea de crear prendas termorreguladoras. ¿La forma de hacerlo? Aplicar la tecnología de la Nasa en camisetas o mascarillas.

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La trampa del algodón orgánico

La start up se especializa en la fabricación de moda outdoor con la implementación de la tecnología Outlast, desarrollada por la agencia espacial estadounidense. “Somos los primeros que la utilizamos en moda”, señala la emprendedora. Las prendas creadas con esta innovación se adaptan a la temperatura del cuerpo, “lo que posibilita un cambio de espacio sin necesidad de añadir o quitar capas de ropa”, continúa Escribà.

La empresa se lanzó al mercado con una inversión inicial de 30.000 euros, aunque actualmente Escribà, que es la única accionista y empleada de la start up, continúa invirtiendo. “Ahora también recibiremos una subvención de la Unión Europea”, añade la fundadora. Por el momento, la empresa todavía no ha lanzado ninguna colección, aunque ya ha presentado un prototipo de camiseta y mascarilla. “El producto podrá empezar a comprarse a partir de verano”, asegura Escribà.

Júlia G. Escribà cuenta con un ecommerce propio y prevé entrar en el canal multimarca

La start up prevé distribuir sus artículos a través de concept stores y del canal multimarca. En la Red, Júlia G. Escribà cuenta con un ecommerce propio, aunque también planea desembarcar en plataformas de terceros. Pese a que la empresa quiere trabajar en el posicionamiento del producto en España a lo largo de este año, tiene la mirada puesta en el mercado exterior, especialmente en Oriente Próximo y Asia. “Queremos empezar a mover el producto en China”, destaca la emprendedora.

La start up, con sede en Mataró (Barcelona), concentra su producción en España, Portugal y Alemania, y prevé finalizar el año con una facturación de unos 40.000 euros, y crecer hasta 70.000 euros el próximo ejercicio. La empresa estima llegar al break even dentro de dos años.

Público sin género

El target principal de Júlia G. Escribà son personas de entre 26 y 40 años, aunque el público “no tiene género”, tal como indica su fundadora. “Principalmente, es gente que viene del sector creativo y que ha potenciado la compra online”, afirma Júlia Escribà. Por el momento, la start up sólo produce mascarillas y camisetas, aunque en el futuro los planes pasan por aumentar la línea de producto con pantalones, chaquetas o turbantes. La start up ya ha recibido propuestas para entrar en varios establecimientos físicos a escala internacional, aunque “no hay nada seguro”, explica Escribà. La empresa presentó su producto en la 080 Barcelona Fashion del año pasado, donde tuvo una buena acogida. El precio de los artículos oscila entre 25 euros por una mascarilla y 80 euros por una camiseta.