Empresa

Juan Vidal, con la moda en la sangre

C. Pareja

14 oct 2015 - 04:47

Para el diseñador español Juan Vidal dedicarse al sector de la moda no era una opción, sino algo que fue cultivando de manera casi natural. Hijo de un sastre con solera (su padre pertenece a la cuarta generación de una familia que se dedica a esta profesión) y de una madre con un claro interés en el sector de la moda (dirige hace más de dos décadas un multimarca que introdujo en España marcas como Jean Paul Gaultier), Vidal siempre dice que nació entre telas, patrones y maniquíes. Lo de dedicarse a la moda era casi una obligación: “siendo sinceros, nunca me planteé dedicarme a una profesión que no tuviera que ver con la moda”.

 

Aun así, y aunque desde bien pequeño tenía más que claro cuál iba a ser su futuro, comenzó su formación tanteando el mundo del arte. “Estudié Bellas Artes, mi cabeza escogió esta carrera como un paso previo a lanzarme de lleno a la moda”, asegura el diseñador. Tras un traslado a Barcelona y casi dos años en la universidad, el diseñador se inscribió en la escuela barcelonesa de diseño Felicidad Duce.

 

“No pensaba que fuera necesario estudiar moda para dedicarte a este negocio, pero estaba equivocado”, recuerda Vidal. “A mis estudios les debo entender con pasión esta profesión y dar mis primeros pasos como profesional en el sector de la moda”, añade. Al ver su talento, uno de sus profesores le presentó a un premio sin su consentimiento. Ganó y, a partir de ahí, comenzó a ver su hobby como un plan de futuro.

 

Vidal expuso sus colecciones en Bread&Butter, subió sus prendas a la ya desaparecida Pasarela Barcelona, paseó su visión de la moda por Gaudí Novias y la plataforma para jóvenes creadores Ego Cibeles y se detuvo más de cuatro temporadas en Valencia Fashion Week. “No comencé con visión de negocio en las pasarelas, sino con la idea de hacer curriculum y crear marca”, añade el diseñador.

 

Uno de los acontecimientos que cambiaron la suerte de Vidal (en cuanto a sus finanzas y a su repercusión mediática) fue que los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana, al frente de la firma italiana Dolce&Gabbana, se fijaran en su colección para su tienda multimarca Spiga 2, un proyecto que crearon para dar más visibilidad a las empresas emergentes de diseño de moda de todo el mundo.

 

“Todo pasó en París, en la feria internacional Zip Zone París Fashion Trade Show –explica Vidal-; allí, los coolhunters del equipo de Spiga 2 se fijaron en mi colección y me realizaron un pedido provisional”. Después de tres semanas, Vidal recibió la afirmativa por parte del equipo de Spiga2, y la compañía realizó un pedido en firme de su nueva colección.

 

Este fue un paso previo a la internacionalización de Vidal, que le ha llevado a vender en mercados como Rusia, Estados Unidos, Oriente Medio, China o Japón.

 

Pero, sin lugar a dudas, el paso más importante del diseñador hasta la fecha ha sido recibir el Premio Nacional de la Moda 2014, otorgado por el Ministerio de Industria, al nuevo valor en diseño. “Hasta que no pasaron unos días, no entendí lo que significaba este galardón -explica el diseñador-; no sabía que iba a tener tanta repercusión y cuánto me podía ayudar en mi carrera: ahora mi nombre suena con más fuerza que antes”.

 

En esta edición, la segunda que celebra el premio, los galardones han reconocido a compañías como Andrés Sardá (por su trayectoria) o Inditex, que se ha hecho con el premio honorífico a gran empresa. La compañía Miguel Bellido, especializada en la fabricación de complementos de piel, ha recibido el premio a mejor pyme del año, mientras que el sastre Lander Urquijo ha recogido el galardón a mejor start up.

 

Juan Vidal asegura que utilizará el premio para seguir creciendo. “Te abre puertas, la gente te toma más en serio y eso siempre ayuda en un sector como este”, añade el creador. Juan Vidal también espera atraer inversión a su marca, aunque es consciente de lo difícil que es que una firma española independiente despierte el interés de un grupo inversor.

 

“Ahora necesito un pulmón financiero para crecer, sin él no podré crear una red comercial, ni entrar en mercados en los que es necesaria una inversión y una estructura”, añade.

 

“La industria de la moda es una de las más incomprendidas -asegura Vidal-; los inversores buscan un rendimiento económico rápido, algo que la moda no da”.

 

Según el diseñador, cuando eres creador no vendes sólo un producto, sino “algo más complejo”. “Para crecer en este negocio tienes que hacerte un nombre, una marca, y sin inversión es muy complicado, ya que no eres capaz de llegar al consumidor de una manera óptima”, explica.

 

Otra de las vías de negocio que ha impulsado el creador en los últimos años han sido las colaboraciones. Juan Vidal creó el pasado diciembre una colección cápsula para la compañía española de calzado Gioseppo que se alargará en el tiempo. “Me crié en Elda, donde el sector del calzado es clave en el tejido industrial, por lo que la unión de ambos sectores me parece un muy buen negocio”, afirma el diseñador.

 

El diseñador español forma parte desde mayo de 2014 de la Asociación Creadores de Moda de España (Acme). Tras conseguir alzarse con el premio a mejor colección en la pasarela de Madrid durante dos ediciones, Juan Vidal llamó la atención de la patronal de los diseñadores españoles, que ya cuenta con cerca de sesenta asociados tras dar entrada en los últimos meses a creadores como Leyre Valiente, el diseñador de joyas Anton Heunis, el creador emergente Moisés Nieto, el diseñador Manuel García o el dúo Maria ke Fisherman. Vidal también ha fichado recientemente por el Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid como docente. En la misma escuela comparte claustro con diseñadores como Daniel Rabaneda, Ana Locking o Baruc Corazón.