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Jennyfer y Celio desembarcan en Cuba de la mano de un nieto de Gucci

Giorgio Gucci lleva más de una década exportando marcas europeas al mercado cubano. Ahora llevará Celio con un corner en su cadena de tiendas multimarca Giorgio G. VIP en el centro comercial Plaza Carlos III y abrirá un establecimiento de Jennyfer en el mismo complejo.

I. P. Gestal

4 abr 2017 - 04:49

Jennyfer y Celio desembarcan en Cuba de la mano de un nieto de Gucci

 

 

Dos generaciones de la industria de la moda se alían para conquistar Cuba. El grupo Celio, que opera con su marca homónima y con Jennyfer, se prepara para desembarcar en el mercado cubano de la mano de Giorgio Gucci, miembro de la tercera generación de la familia fundadora de la empresa florentina

 

Giorgio Gucci opera desde hace una década con dos conceptos de tienda en el mercado cubano: Giorgio G., en el que distribuye su propia colección de moda femenina y que suma quince tiendas en el país, y Giorgio G. VIP, un concepto multimarca en el que distribuye otras marcas europeas como Armani o Versace Jeans.

 

Además, la empresa también opera franquicias de otras marcas internacionales en el mercado cubano. Jennyfer y Celio se instalarán en el centro comercial Plaza Carlos III, el mayor complejo comercial de La Habana.

 

 

 

 

La cadena de moda femenina reemplazará a la cadena española Blanco, que contaba con un establecimiento en el complejo también operado por Giorgio Gucci. El local tiene una superficie comercial de cien metros cuadrados. Por su parte, Celio abrirá un corner en el establecimiento de Giorgio G. VIP en el mismo centro comercial.

Celio comenzó a operar en 1982 en Francia de la mano de los hermanos Marc y Lauren Grossman, que también controlan la cadena de moda femenina Jennyfer. La compañía, que actualmente cuenta con una red de distribución formada por más de 1.200 establecimientos en 65 países, puso en marcha sus primeros puntos de venta en España en 1985, aunque no fue hasta el año 2000 cuando la empresa creó una filial en el país, con Abel Núñez, procedente de Adolfo Domínguez, al frente.

 

En los próximos meses, Giorgio G. VIP también se instalará en el Manzana Kempinski, el primer hotel de cinco estrellas del país que estará ubicado en el casco histórico de la capital cubana. Ese ha sido el emplazamiento elegido por las españolas Mango y Grupo Cortefiel para dar sus primeros pasos en el país.

 

Una de las primeras empresas en anunciar su entrada en Cuba fue Mango, que cuenta desde hace más de veinte años con una tienda franquiciada en la capital. Ahora, la compañía catalana abrirá en la isla caribeña una macrotienda.

 

Por su parte, Cortefiel llevará a Cuba todas sus cadenas. La primera de ellas abrirá en el hotel Manzana Kempinski y corresponderá a la cadena Women’secret. Posteriormente, la empresa llevará CortefielSpringfield y Women’secret a un centro comercial de la mano de un socio cubano.

 

 

 

 

Junto a ellas se instalarán otras firmas internacionales como Lacoste, que estará presente en la galería comercial del complejo hotelero. A principios de año, Guerlain también anunció su regreso a Cuba, donde ya operó hace cincuenta años. La compañía francesa abrirá de la mano del operador local Saint Rémy Trading y se instalará en el Paseo del Prado.

 

Tras más de medio siglo de enfrentamiento, en diciembre de 2014 los gobiernos de Estados Unidos y Cuba anunciaron el inicio de un proceso de normalización de relaciones diplomáticas. Aquel paso hizo que la isla comenzara a ser observada de cerca por grupos de todo el mundo, muchos de ellos del sector del turismo, pero también de la moda.

 

Con todo, la libertad de mercado, las infraestructuras y sobre todo, el desarrollo económico, continúan siendo algunos de los hándicaps que persisten para las empresas de moda que quieren comenzar a operar en el país.