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Jennyfer cambia de manos: un grupo de inversores liderados por un ex Undiz toma el control

Los hermanos Grosman, quienes controlaban la compañía francesa de moda femenina hasta ahora, estudiaban la venta de la cadena desde el pasado mayo. En septiembre, Sébastien Bismuth, ex director general de Undiz, se convertirá en el nuevo presidente.

Modaes

18 jul 2018 - 11:38

Jennyfer cambia de manos: un grupo de inversores liderados por un ex Undiz toma el control

 

 

Jennyfer abre un nuevo capítulo tras cambiar de manos. Los hermanos Grosman, hasta ahora accionistas mayoritarios de la cadena de la cadena de moda femenina, han vendido el grueso de su participación a un grupo de inversores liderado por Sébastien Bismuth, ex director general de Undiz. El ejecutivo asumirá en septiembre la presidencia de Jennyfer, según Fashion Network.

 

Tras la operación, Marc y Laurent Grosman (propietarios de la empresa de moda masculina Celio) así como los fundadores de Jennyfer, David Tordjman y Gérard Depagnat, mantendrán una participación minoritaria en la compañía. Se desconoce la identidad del resto de inversores que junto a Bismuth han tomado las riendas del grupo, así como su peso en el capital, aunque es mayoritario.

 

Los hermanos Grosman estudiaban la venta de Jennyfer desde la pasada primavera debido a la delicada situación de su tesorería. La compañía fichó entonces a Michel Maire, de la consultora Dirigeants&Investisseurs y especializado en reestructuración corporativa, como nuevo director ejecutivo.

 

 

 

 

Jennyfer cuenta con alrededor de 550 tiendas en todo el mundo, de las cuales 348 se encuentran en el mercado francés y el resto se reparten por varios países de Europa y Oriente Medio. El grupo da empleo a unos 1.700 trabajadores y tiene sus oficinas centrales en la localidad gala de Clichy. En los últimos ejercicios, las ventas de la empresa han ido a la baja.

 

La cadena de moda femenina inició su desarrollo en 1985 de la mano de David Tordjman y Gérard Depagnat. Desde 2005, Jennyfer estába controlada en un 51% por Marc y Laurent Grosman, mientras el 49% restante permanece en manos de los fundadores. En el momento de aquella operación, Jennyfer facturaba 285 millones de euros, mientras que la cifra de negocio de Celio superaba los 400 millones de euros.