Isabel Marant cede la dirección creativa de su firma a la holandesa Kim Bekker

Isabel Marant cede el timón. La marca parisina ha fichado a la diseñadora holandesa Kim Bekker, que ocupará el cargo de directora creativa de la marca para las colecciones de mujer y hombre, además de sus líneas de accesorios. Hasta ahora, la dirección creativa de la marca parisina estaba dirigida por Isabel Marant, diseñadora y fundadora de la empresa.

La nueva directora creativa de la marca lleva la dirección de su estudio desde hace más de diez años y acumula experiencia en marcas como Chloé y Saint Laurent. Con este nombramiento, la empresa comenzará una nueva etapa.

Hasta ahora, la única dirección creativa que la diseñadora había confiado a manos externas fue el diseño de su línea de ropa masculina, que lanzó en octubre de 2017 de la mano del ex director creativo de Carven Barnabé Hardy.

Desde la entrada del fondo francés Montefiore en 2016, la compañía ha acelerado su crecimiento diversificando su oferta, con el lanzamiento de la línea de hombre hace cuatro años y lanzando las primeras colecciones ópticas y de relojes. Otro objetivo de la adquisición fue expandir las fronteras de la marca a escala internacional.

Hasta ahora, la dirección creativa de la compañía la llevaba la propia diseñadora y sólo confió en Barnabé Hardy para diseñar su colección de ropa masculina

Este impulso en su desarrollo vino de la mano de cambios en la estructura de gestión de la empresa. Desde finales de 2016, la empresa nombró a Anouck Duranteau-Loeper como directora general adjunta y mantuvo a las ejecutivas, socias de la diseñadora Isabel Marant, Sophie Duruflé y Nathalie Chemouny al frente de la dirección general y dirección de retail, respectivamente.

La empresa distribuye sus productos a través de establecimientos físicos repartidos en cuatro continentes y a través de su canal digital. Además, la compañía opera bajo las líneas Isabel Marant, Isabel Marant Étoile y también cuenta con una línea infantil.

Fundada en 1994, Isabel Marant cuenta con una red comercial de cuarenta puntos de venta en todo el mundo. La compañía, que en los próximos meses tiene previsto reforzarse en Florencia, Moscú y Shenzhen, es propiedad del fondo de inversión francés Montefiore desde 2016, cuando pasó a controlar el 51% del accionariado.