Hermès gana un 13% más y eleva sus ventas un 6% en el primer semestre

Hermès sigue imparable. La compañía francesa, una de las pocas empresas de lujo que se mantiene independiente, ha concluido los seis primeros meses de su ejercicio con un resultado neto de 545 millones de euros, un 13% más que en el mismo periodo del año anterior.

Las ventas de la compañía ascendieron en el primer semestre a 2.440,4 millones de euros, un 6% más que en la primera mitad del ejercicio 2015. Japón volvió a impulsar la facturación del grupo, con un alza del 10% pese a la fortaleza del yen.

El resto de Asia continuó creciendo, con un alza del 5% en el primer semestre después de la reapertura de la tienda de las Liat Towers en Singapur. En China continental, las ventas se mantuvieron al alza, mientras que en Hong Kong y Macao el entorno se mantiene “desafiante”. En América y Europa, Hermès registró ascensos del 8% en ambos casos, “pese al impacto de los eventos recientes, particularmente en Francia”.

Por categorías de producto, los artículos de piel y la talabartería continuaron copando el grueso de las ventas y elevaron su facturación un 16%. Para apoyar este crecimiento, la compañía amplió la capacidad productiva de sus fábricas en Charente, Isère y Franche-Comté.

La compañía elevó sus ventas en piel y perfumería, pero las redujo en moda y artículos de seda

La división de ready-to-wear y accesorios retrocedió ligeramente, con una caída del 2%, “pese al éxito de la colección de ropa y calzado femenina”. Por su parte, la línea de seda y textiles se vio impactada por el clima de incertidumbre en Europa y por la ralentización de las ventas en China y América, y cerró el semestre con un descenso del 7%.

Por último, la división de perfumes incrementó su facturación un 4%, gracias al tirón de Terre d’Hermès y el lanzamiento de Eau de néroli doré y Eau de rhubarbe écarlate.

Coincidiendo con la publicación de sus resultados semestrales, Hermès ha hecho público que no volverá a comunicar ningún objetivo cuantificado de crecimiento debido “al aumento de las incertidumbres económicas, geopolíticas y monetarias en todo el mundo”, si bien sí mantiene unas metas “ambiciosas”.