Empresa

Grifone reestructura su capital a las puertas de sellar su venta

Los directivos de la empresa Pep Subirana y Carlos Moreno están en la recta final de las negociaciones para hacerse con el control de la marca de outdoor.

S. Riera

5 abr 2017 - 04:41

 

Grifone reestructura su capital mientras ultima su venta. Antes de cerrarse el acuerdo, la sociedad Tèxtil Seu, propietaria de la marca de outdoor, convocó a sus accionistas a través de una junta general para compensar las pérdidas acumuladas en los ejercicios anteriores y restablecer el equilibrio entre el capital social y el patrimonio neto, según consta en el Registro Mercantil.

 

La compañía, que desde 2011 tiene como accionistas mayoritarios al empresario andorrano Ramón Cierco y al expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, aprobó una reducción de capital social a cero a través de la amortización de tres millones de euros. Con esta operación, los socios del grupo han compensado las pérdidas de ejercicios anteriores y han reestablecido el equilibrio patrimonial.

 

En paralelo, los accionistas han aprobado un aumento del capital social por valor de 910.000 euros mediante la emisión de 910.000 acciones de un euro. La ampliación ha sido totalmente suscrita y desembolsada. Como consecuencia de la reducción y ampliación, el capital social de la empresa ha quedado fijado en 910.000 euros.

 

 

Este movimiento se produce en la recta final de las negociaciones de los actuales dueños de la empresa con dos de sus directivos para su venta. Pep Subirana, responsable de desarrollo de producto, y Carlos Moreno, al frente de la gestión de márketing y ventas, son los que están detrás de la compra de la marca, con miras a relanzar el negocio de retail tomando a la francesa Moncler como referencia.

 

La empresa propietaria de GrifoneTèxtil Seu, había puesto en venta la enseña por las pérdidas que arrastraba. Desde hacía unos meses, la compañía había abierto negociaciones con grupos inversores y de la competencia para alcanzar un acuerdo de compraventa. Uno de los escollos en las conversaciones era la pérdida de la licencia para el uso de la membrana textil de Gore-Tex.

 

El empresario leridano Martí Batalla puso en marcha Grifone en 1984 bajo la sociedad Tèxtil Seu, con sede en la localidad de La Seu d’Urgell (Lleida). Sin embargo, Batalla, que también era director general de la compañía, salió de ella a mediados de 2015. La marcha de su fundador coincidió en pleno giro estratégico de la marca tras la entrada en el capital de Cierco y Rosell.

 

 

En 2014, cuando el ex presidente del FC Barcelona entró en Tèxtil Seu, la compañía redujo su cifra de negocio un 16% respecto al año anterior, hasta 2,1 millones de euros, y ahondó sus pérdidas, que pasaron de 1,6 millones de euros en 2013 a 1,7 millones de euros, según las últimas cuentas disponibles en el Registro Mercantil.

 

Grifone está especializada desde sus inicios en prendas de tejido técnico para combatir el frío. La compañía, que siempre asoció su imagen a los Pirineos, llegó a facturar hasta seis millones de euros antes de la crisis, aunque la mitad de su facturación procedía de pedidos públicos para policías y otros cuerpos de seguridad.

 

La empresa comercializa sus artículos a través del canal multimarca y El Corte Inglés. A partir de 2014, la compañía se lanzó al retail y abrió establecimientos en Barcelona y La Seu d’Urgell. Grifone dio también sus primeros pasos en el extranjero, donde abrió un punto de venta en Argentina, en la estación de esquí de San Martín de los Andes, e inició conversaciones con posibles socios en Asia para abrir mercado en China, Japón y Corea.