Empresa

Gratacós, tejidos ‘made in Barcelona’ para la alta costura

12 ago 2011 - 00:00

P. Riaño.- Hace varias temporadas, Karl Lagerfeld subió a Chanel a la pasarela con chaquetas de pailletes negras, que rápido fueron incorporadas por las principales cadenas de gran distribución. Las prendas de Chanel fueron elaboradas con tejido de la empresa catalana Gratacós, que sirvió 5.000 metros de tejido a la firma francesa. Gratacós acaba de recibir un nuevo encargo: 3.000 metros de pailletes blancas.

Con sede central en Barcelona, Gratacós inició su actividad en 1940 de la mano de Antonio Gratacós y su mujer, Josefina Ortiz de la Orden. A lo largo de su historia, la empresa ha estado siempre dedicada al diseño, producción y distribución de tejido, dirigida principalmente a grandes firmas de moda de todo el mundo.

 

En el edificio ubicado en el número 110 de Paseo de Gracia, en la confluencia con avenida Diagonal, está ubicado el centro neurálgico de Gratacós. Mientras a pie de calle se encuentra una tienda abierta al público, en la primera planta los diseñadores de la empresa trabajan en la creación de los tejidos que más tarde utilizarán enseñas como Armani, Chanel, Valentino o, incluso, Desigual y Adolfo Domínguez.

 

La colección de tejidos Gratacós está formada, cada temporada, por más de cuatrocientas referencias. Se presentan dos colecciones por  temporada, además de una serie de artículos clásicos con entre cincuenta y sesenta referencias de color  cada una.

 

Cada dos meses, la empresa lanza actualizaciones de su colección principal. Se trata de un movimiento realizado para dar respuesta a los nuevos tiempos del sector de la moda, “en un momento en que las empresas estadounidenses llegan a lanzar hasta seis colecciones al año”, explica Juan Gratacós, miembro de la tercera generación familiar y director de la empresa.

La plantilla de Gratacós está formada por 38 personas, a las que hay que sumar agentes comerciales repartidos por todo el mundo. Diseño, compras y ventas son las áreas más importantes de la compañía, además de la plataforma logística, ubicada en Granollers (Barcelona).

 

Toda la producción de la empresa está externalizada, en alrededor de ochenta talleres, ubicados principalmente en Italia, India, China y Corea. “Estamos observando una tendencia a la vuelta a la fabricación en proximidad, pero falta industria”, sostiene Juan Gratacós.

 

Divisiones de negocio

Con una cifra de negocio de 12 millones de euros en 2010, Gratacós divide su actividad en dos líneas: venta a confeccionistas y venta al detalle. La primera de ellas genera el 95% del negocio de la empresa que, según Juan Gratacós, crecerá alrededor del 8% durante este año. Induyco (El Corte inglés) y Uterqüe (Inditex) son también clientes del grupo catalán.

 

La principal competencia de Gratacós se encuentra entre las empresas italianas, ya que, tal y como explica Juan Gratacós, en España no existen grandes grupos que operen en su mismo sector. La compañía ha ampliado su rango de productos para poder competir en todo el mundo, con artículos que van desde los seis euros hasta los 85 euros, teniendo en cuenta precios de venta a confección.

España, Estados Unidos y China son actualmente los principales clientes de Gratacós, que cuenta con una filial en Estados Unidos. La empresa está presente también en más de 45 países a través de distribuidores y representantes.

 

En China, uno de los mercados por los que más apuesta Gratacós, la empresa opera a través de dos distribuidores, pero también posee un trabajador propio que controla su actividad en el país, donde se dirige a empresas del segmento alto.

 

Actualmente, el negocio de la compañía se divide a partes iguales entre España y el extranjero. Pero, como la mayoría de empresas que operan en el sector de la moda, Gratacós se centra hoy en la internacionalización y se ha marcado el objetivo de que el 80% de sus ventas proceda de los mercados internacionales.