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Gisela, nueva etapa: duplica ventas en siete años con miras a llegar a los 17 millones en 2020

La compañía completa el relevo generacional y traza una nueva hoja de ruta basada en precio y expansión internacional. Con sede en Málaga, la empresa factura catorce millones de euros y emplea a 75 trabajadores.

S. Riera

21 may 2018 - 04:51

Gisela, nueva etapa: duplica ventas en siete años con miras a llegar a los 17 millones en 2020

 

Gisela, nueva hoja de ruta. La compañía malagueña especializada en íntimo concluye el relevo generacional e inicia una nueva etapa de crecimiento, pilotada por los hijos de su fundador. La empresa, que cerró 2017 con ventas de catorce millones de euros, ha duplicado su facturación desde 2010 y se ha marcado como objetivo elevar un 20% su cifra de negocio en los próximos tres años hasta alcanzar los 17 millones en 2020.

 

Gisela es una empresa familiar, con 25 años de trayectoria y una plantilla de 75 empleados. Fundada por José Miguel Ferrer, la compañía está actualmente pilotada por la segunda generación, los hermanos Iván y Yolanda Ferrer, junto a su marido Aldo Ariza. En los últimos años, la empresa ha encarado el relevo generacional y ha reorientado una nueva estrategia para pisar el acelerador en el mercado.

 

Formada en diseño textil y tras su paso por Andrés Sardá y Women’secret, Yolanda Ferrer tomó las riendas de la dirección creativa de Gisela y entró en su consejo de administración. La directiva regresó a Málaga para ayudar a su hermano “a dar una vuelta a la empresa en todos los aspectos, del producto a la imagen”, explica.

 

 

 

 

A lo largo de estos últimos años, la marca ha desarrollado su colección más allá de los básicos, ha trabajado en extender el tallaje y ha centrado sus esfuerzos en reforzar su presencia internacional. “Para competir con cadenas como Oysho, Women’Secret, Intimissimi o Etam sólo podemos hacerlos aportando algo diferente, como las tallas y el patronaje”, asegura Ferrer. “Hay muy pocas empresas que lleguen más allá de la copa D, por ejemplo”, señala.

 

La compañía, que llevó a Asia su producción durante la década anterior, ha apuntalado un modelo de negocio basado en los tiempos tradicionales, pero en precios propios de la gran distribución.

 

Gisela cuenta con una tienda en Málaga, en la calle Granada, que puso en marcha hace tres años para entrar en contacto directo con el consumidor. La empresa continúa basando su distribución en el canal multimarca, así como a través de almacenistas que nutren aún al grueso de las mercerías en el país. En el extranjero, la compañía cuenta con un punto de venta franquiciado en Serbia.

 

 

 

 

Por el momento, la compañía es prudente en extenderse a través del retail. “Queremos coger experiencia con la tienda de Málaga y la franquicia para luego ir sobre seguro”, explica Ferrer, quien matiza que el retail necesita muchos recursos.

 

En la actualidad, Gisela tiene presencia en 25 países. En los últimos cuatro años, la empresa ha acelerado en el extranjero, cuyas ventas han pasado de representar el 2% sobre el total a ser cerca del 30%. Italia es por el momento su principal mercado. La marca cuenta también con presencia en Rusia, Ucrania y varios países de Latinoamérica. El siguiente reto de la compañía pasa por introducir la firma en Francia y en Reino Unido.