Florentino ‘pisa fuerte’ en el extranjero: prepara su primera apertura en México

Florentino saca músculo en el extranjero. La empresa gallega, fundada en los años sesenta por Florentino Cacheda, se prepara para dar un nuevo impulso a su negocio en Latinoamérica con la apertura de la primera tienda a pie de calle en México, según han confirmado desde la compañía a Modaes.es.

México es uno de los principales mercados internacionales de Florentino, que hasta ahora operaba en el país de la mano de los grandes almacenes El Palacio de Hierro. En concreto, la compañía cuenta con cuatro corners en Ciudad de México y otros seis repartidos entre Puebla, Acapulco, Cancún, Villahermosa, Monterrey  Querétaro.

La apertura de Florentino en México se enmarca en el plan de expansión internacional de la compañía, que genera en torno a la mitad de sus ventas fuera del mercado nacional. El circuito comercial de Florentino en el extranjero se compone fundamentalmente de tiendas multimarca, aunque la empresa cuenta también con diez tiendas monomarca fuera de las fronteras nacionales.

China concentra el grueso de los establecimientos, con seis puntos de venta en centros comerciales gestionados por un franquiciado. Además, la compañía tiene otros tres puntos de venta monomarca con socios locales en Líbano, Camboya y Tailandia.

La compañía se ha marcado el objetivo de abrir veinte tiendas en cinco años

En global, la red de distribución internacional de Florentino se extiende hoy por 25 países. Entre las últimas incorporaciones se encuentran Australia y Japón, donde la empresa entró el año pasado de la mano del distribuidor local Toyomura Sheet Metal.

En España, la empresa prosigue su plan de expansión y prevé abrir cinco nuevas tiendas este año, con lo que la empresa sumará dieciséis establecimientos en España y un nuevo corner en El Corte Inglés de Sabadell.  A medio plazo, los planes de Florentino pasan por abrir una veintena de tiendas hasta 2020.

La historia de Florentino se remonta a la década de los sesenta. En 1963, Cacheda y un socio, que poco más tarde se echaría atrás, pusieron en marcha Cavil. Unos años después, la empresa tomó el nombre de su fundador.

La compañía vivió su momento de gloria en la década de los ochenta, cuando Cacheda impulsó, junto a otros cinco diseñadores, el movimiento Galicia Moda. Florentino es una rara avis en la generación dorada de la moda gallega, que cada vez cuenta con menos supervivientes tras la desaparición el año pasado de Caramelo y Viriato.

La empresa genera 300 empleos directos y factura en torno a quince millones de euros, de los cuales cerca del 70% proceden de su red de tiendas propias en España y el extranjero.