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Fick, las ‘sneakers’ en 3D de tres ex dependientes de Abercrombie

Noel Pérez, Jaime Labanda y Enrique Millán costeaban sus estudios como dependientes hasta que un día decidieron sacar provecho a las impresoras 3D y se decantaron por las zapatillas.

S. Riera

16 nov 2018 - 04:54

Fick, las ‘sneakers’ en 3D de tres ex dependientes de Abercrombie

 

 

 

Disruptir en la fabricación de calzado. La start up Fick empezó a comercializar sus primeras sneakers producidas por impresoras 3D el pasado octubre. Después de dos años de desarrollo, la compañía dio con el algoritmo para la suela. Detrás de esta innovación, están tres antiguos dependientes de Abercrombie&Fitch que un día se pararon a pensar qué provecho podrían sacar a una impresora 3D.

 

Noel Pérez, Jaime Labanda y Enrique Millán se conocieron en la tienda que la cadena estadounidense tenía en Barcelona. Mientras estaban en la universidad, costearon sus estudios trabajando de dependientes. El primero de ellos es ingeniero de materiales, el segundo economista y el tercero, graduado en Relaciones Laborales.

 

Los tres emprendedores pensaron que si ponían en común su conocimiento podrían lanzar algo interesante al mercado. Y se decantaron por unas zapatillas en 3D. “A los tres nos gustan las sneakers y vimos que el mercado en 3D no está desarrollado en este ámbito, así que apostamos por él”, asegura Labanda.

 

 

 

 

Pérez trabajaba ya en el desarrollo de impresoras 3D y, entre los tres, pensaron qué producto podrían producir ellos mismos. “Primero pensamos en unas chanclas, pero luego vimos la posibilidad de hacer unas sneakers, empezando por la suela”, explica Labanda. Por ahora, los tres emprendedores han arrancado el proyecto ellos solos, con un capital inicial de 3.000 euros.

 

El pasado octubre empezaron a comercializar las primeras zapatillas, después de dos años de desarrollo del proyecto, diseño de las suelas y construcción y programación de las impresoras. Para promocionar el calzado, se han lanzado al universo de las redes sociales.

 

Por el momento, en esta fase de despegue, Fick arranca con un pequeño stock, aunque las expectativas de sus fundadores pasan para producir en un futuro bajo demanda y evitar al máximo los stocks. Ante un posible pico de demanda, los emprendedores utilizarían las mismas impresoras para fabricar piezas para más impresoras con las que poder ampliar la producción.

 

 

 

 

Las impresoras 3D de Fick producen por ahora sólo la suela. La empresa deslocaliza la fabricación de la parte superior del calzado, que confecciona en tejido y ensambla sobre el piso en un taller en Toledo. Para más adelante, los emprendedores no descartan en sumar la personalización y trabajan en una herramienta que lo permita.

 

La base del proyecto es el algoritmo con el que las impresoras dan forma a las suelas. A esta fórmula matemática, los tres emprendedores le han llamado Bone System porque la suela que ejecuta recuerda a la estructura interna de los huesos de una persona.