Empresa

Festa encara una nueva etapa de crecimiento tras levantar el concurso de acreedores

P. Riaño

18 dic 2012 - 04:55

La cadena de moda Festa, controlada por el fondo de capital riesgo Portobello Capital (la antigua Ibersuizas), vuelve a crecer. La compañía, que el pasado mayo levantó el concurso de acreedores, se prepara para poner en marcha un nuevo plan de aperturas tras haber logrado reconducir la evolución de sus ventas, según ha explicado a Modaes.es el fundador de la empresa, Ricardo Ferrer.

 

Con una red de cuarenta tiendas en el mercado español (frente a las 53 que tenía antes de entrar en los juzgados) y una facturación de alrededor de 22 millones de euros, Festa está especializada en moda femenina para mujeres de más de treinta años a precios asequibles, con tallas que van desde la 38 hasta la 52.

 

La enseña se ha centrado durante los últimos meses en llevar a cabo un reposicionamiento de su producto, recuperando tanto su público objetivo original como sus precios. Hoy en día, la cadena vende blusas a entre 11,95 euros y 15,95 euros o pantalones desde 11,95 euros hasta 17,95 euros.

 

“Habíamos tenido cierto despiste –explica Ferrer-; hemos vuelto al nivel de precios original, bajándolos un 20%, con lo que hemos conseguido recuperar nuestra clientela”. “Llevo más de veinte años en el negocio y sé lo que quiere mi clientela, que es conservadora y tranquila”, señala Ferrer.

 

A juicio del directivo, el cambio en la estrategia de la cadena y el impacto de la crisis fueron las causas del concurso de acreedores. Además, Ferrer estuvo un periodo de cuatro años apartado de la gestión de la compañía por motivos personales y, ahora, se ha vuelto a poner al frente. Festa presentó concurso a principios de 2011 con una pasivo de doce millones de euros.

 

El fundador de la compañía asegura que los frutos del cambio de estrategia se están comenzando a notar. “Llevamos crecimientos de hasta 35% respecto al año pasado y hemos logrado alcanzar el equilibrio en nuestro beneficio bruto de explotación (ebitda)”, dice Ferrer.

 

La compañía se ha marcado el objetivo de volver a abrir tiendas propias a lo largo de 2013, si bien aún no cuenta con ubicaciones cerradas. La empresa, presente en la zona de Levante, el norte de España, Andalucía y Madrid, apuesta únicamente por las tiendas propias. “Aunque depende de nuestra capacidad para autofinanciarnos, creemos que es un momento de oportunidades”, dice Ferrer.

 

Festa distribuye anualmente alrededor de 800.000 de prendas, un volumen que en 2013 se situará en dos millones de prendas. “Recuperaremos el volumen previo a la debacle”, señala Ferrer. La producción se externaliza en Asia (que copa el 20% del total), Portugal (15%) y España (que copa el resto).

 

Portobello se hizo con el 75% de Festa en 2006, cuando la cadena estaba controlada por inversores como la familia Hinojosa, ex propietarios de Cortefiel. Según el fundador de la compañía, el capital de Festa se mantendrá estable, ya que Portobello “acompañará” a la empresa en su relanzamiento.