Empresa

Fernando García de la Calera, el sastre rebelde del denim

García de la Calera elabora prendas a medida con tejido denim en su pequeño taller del barrio madrileño de Malasaña, pero tiene clientes en todo el mundo.

Martí Ventura

17 oct 2017 - 04:44

Fernando García de la Calera, el sastre rebelde del denim.

 

 

Del skate al taller de sastrería. The Concrete nació en 2007 de la mano de Fernando García de la Calera como una firma de ropa para amantes del monopatín. El impacto de la crisis impidió que el proyecto terminara de prosperar y, dos años después de su nacimiento, The Concrete se reinventó, esta vez como una firma de sastrería especializada en denim. La nueva The Concrete nació en 2009 en un pequeño taller de Malasaña (en Madrid), donde García de la Calera combinaba la confección de algunas prendas con su trabajo de camarero.

 

Con el crecimiento de la empresa, que cada vez atraía a más clientes, el emprendedor se dedicó a tiempo completo a la confección de prendas. En paralelo, el equipo de The Concrete fue creciendo hasta emplear a tres costureras.

 

“Cuando empecé a hacer vaqueros a medida, los precios eran muy bajos, porque realmente no conocía el valor que tenían”, explica García de la Calera. Actualmente, los precios parten de 250 euros para una camisa, 300 euros para un pantalón y 600 euros para una americana. Para apoyar su crecimiento, la compañía amplió su sede en Madrid y puso en marcha un segundo taller en Mallorca, donde reside el sastre.

 

 

 

 

La empresa trabaja únicamente con pedidos bajo demanda, en los que el cliente tiene la última palabra sobre todas las fases de elaboración del traje, del diseño a los patrones.

La compañía tiene clientes en todo el mundo, como Estados Unidos o Australia y su cliente tiene una media de más de 35 años. En esta nueva etapa de expansión, la internacionalización es uno de los pilares de crecimiento de The Concrete, que ha tanteado los mercados internacionales con el formato itinerante de trunk shows

 

“Vi que podía adaptar a mi negocio el modelo de los tatuadores, que se desplazan para trabajar”, afirma el fundador de la empresa. El año pasado, The Concrete viajó a Estocolmo, Florencia y Londres. A corto plazo, De la Calera prevé seguir ampliando los horizontes del negocio y llevar sus trajes a nuevos mercados como Australia y Asia.

 

El ‘ángel de la guarda’ de García de la Calera

El sastre dio sus primeros pasos en el negocio de la moda tras conocer a Hugo Vizcarra, jefe de sastres del taller de Gabriel Beza, en el restaurante donde trabajaba. El emprendedor realizó prácticas durante dos años en el establecimiento.