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Everlane entona el ‘mea culpa’ y traza un plan para combatir el racismo en la empresa

La compañía, uno de los estandartes de la moda sostenible, fue duramente criticada por presuntamente despedir a los empleados que aspiraban a crear un comité de empresa.

Modaes

29 jun 2020 - 12:02

Everlane entona el ‘mea culpa’ y traza un plan para combatir el racismo en la empresa

 

 

 

Everlane entona el mea culpa. La compañía, que bajo el lema “radical transparency” se convirtió en uno de los estandartes de la nueva generación de la moda sostenible, ha anunciado a través de Instagram un plan para prevenir el racismo en la empresa.

 

“Con la ayuda de nuestra comunidad, me he dado cuenta de nos hemos quedado cortos a la hora de abordar el racismo institucional tanto dentro de la compañía como en la forma en la que nos presentamos al mundo”, ha reconocido en un post Michael Preysman, fundador y consejero delegado de la compañía.

 

Asumo toda la responsabilidad y me disculpo ante los empleados actuales y pasados; esas experiencias deben terminar”, prosigue el comunicado. Entre las medidas que pondrá en marcha la compañía de forma “inmediata” se encuentra la implementación de una formación antirracista con un grupo externo llamado Out of Privilege.

 

La empresa también prevé crear “espacios seguros e inclusivos” para que los empleados puedan compartir sus preocupaciones y problemas, empezando por la creación de una línea telefónica anónima. Everlane también aspira a “alejarse de una perspectiva blanco-céntrica tanto en Everlane como en nuestras comunidades de consumidores afiliados”.

 

 

 

 

En las próximas semanas, la empresa revisará también la estructura salarial para asegurar de que “se paga lo mismo por el mismo trabajo”, desarrollará un código de conducta que incorpora medidas antirracistas y organizará talleres con el equipo directivo para determinar qué debe cambiar y cómo hacerlo.

 

En los comentarios a esa publicación, extrabajadores y consumidores han vuelto a señalar la polémica en la que se vio inmersa la empresa en marzo por, presuntamente, despedir a trabajadores que pusieron en marcha un comité de empresa.

 

La polémica llevó a posicionarse incluso al candidato demócrata Bernie Sanders, que publicó en la misma red social que “usar esta crisis económica y de sanidad para romper un sindicato es inaceptable” y que instaba a Everlane a volver a contratar a los trabajadores despedidos y a reconocer al sindicato.

 

 

 

 

Tras el estallido de la crisis del coronavirus, la empresa anunció el despido de más de 200 trabajadores, tanto de sus tiendas como de sus servicios centrales. “No somos rentables y no tenemos caja”, reconoció entonces Michael Preysman en Twitter.

 

A raíz del movimiento Black Lives Matter, que ha vuelto a cobrar fuerza en el último mes en Estados Unidos tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un agente de la policía, muchos consumidores y medios de comunicación han señalado la falta de diversidad en el negocio de la moda.

 

Las denuncias de antiguas colaboradoras y empleadas motivaron la salida de Leandra Medine, fundadora del blog Man Repeller; Yael Aflalo, fundadora de la firma de moda sostenible Reformation, y Christine Barberich, coimpulsora de la web de lifestyle Refinery29.

 

Firmas como Kering ya han reaccionado incorporando más diversidad a su consejo de administración, que, como en todo el sector del lujo y la moda, es mayoritariamente blanco. La empresa incorporó a la empresaria china Jean Liu, al ejecutivo francomalfileño Tidjane Thiam y a la actriz Emma Watson, embajadora de buena voluntad de ONU mujeres.