Empresa

Escolá profesionaliza su estructura y diseña su hoja de ruta para volver a crecer

La empresa zaragozana ha incorporado a la primera directora general ajena a la familia para iniciar una nueva etapa tras varios años de reestructuración.

I. P. Gestal

22 jul 2016 - 04:55

Escola

 

Escolá pone punto y aparte. La compañía zaragozana, especializada en punto, se prepara para dar el pistoletazo de salida a una nueva etapa después de varios años inmersa en un proceso de reestructuración. Para pilotar esta nueva fase la empresa ha incorporado a Elena Rodríguez como nueva directora general, la primera persona externa a la familia propietaria que asume ese cargo en la historia de la compañía.

 

Rodríguez sustituye al frente de la empresa a Javier Plou, hijo de la fundadora de Escolá, que a partir de ahora asumirá el cargo de presidente. La madre de PlouMercedes Escolá, y su tía, comenzaron tejiendo a mano prendas de punto en la mercería que regentaba su abuela en Falces, Navarra. La empresa tuvo éxito y las hermanas decidieron trasladarse a Zaragoza, donde otros dos hermanos se sumaron al negocio, que entonces se llamaba Hermanos Escolá, y llegaron a abrir cinco tiendas multimarca en la capital aragonesa.

 

En 1989, Mercedes Escolá se hizo con el control de la marca y los establecimientos se repartieron entre los cuatro hermanos. La rama de la familia que hoy continúa con el negocio decidió traspasar las tiendas y centrarse en la distribución de su propia marca a través del canal multimarca.

 

 

 

Hoy, la compañía está presente en 550 puntos de venta en una decena de países, aunque concentra el grueso de sus ventas en España. Además, Escolá también opera a través del grupo de grandes almacenes El Corte Inglés, donde está presente en una treintena de centros.

 

Sin embargo, la compañía, que vivió su momento de gloria en la década de los ochenta se vio fuertemente afectada por la crisis, que impactó en las ventas y le obligó también a poner en stand by algunos de sus proyectos en el extranjero.

 

“Ahora ha llegado el momento de reflotar el negocio después de muchos años de reestructuración”, explica Rodríguez que antes de incorporarse a Escolá trabajaba en el sector logístico en automoción. “Los procesos industriales son similares, lo que varía es el componente creativo”, asegura la directiva.

 

 

 

Y es precisamente por la parte creativa por la que Rodríguez quiere comenzar a dar forma a la nueva etapa de Escolá. La directiva ha diseñado una hoja de ruta en dos fases, que empezará por la renovación de la colección “manteniendo la calidad pero rejuveneciéndola”, explica.

 

Lo que permanecerá invariable será el sello made in Spain. Aunque la empresa hizo algunas pruebas en Marruecos y China, hoy la compañía fabrica íntegramente en España. Una parte de la confección se realiza en la fábrica que Escolá tiene en el Polígono Alcalde Caballero de Zaragoza y el resto en talleres auxiliares situados en Castilla y León, Cataluña y Aragón.

 

En una segunda fase, la empresa abordará la distribución. La compañía, que cuenta con una única tienda propia en Zaragoza, continuará apostando por el canal multimarca, aunque no descarta hacer alguna otra incursión en el retail para introducirse en un nuevo mercado. “Creemos muchísimos en el canal multimarca; ha pasado unos años complicados pero sigue teniendo su nicho de mercado”, apunta Rodríguez.

 

Además, Escolá, que cerró 2015 con una facturación de cuatro millones de euros, quiere dar un nuevo impulso a su presencia internacional. “Actualmente vendemos sólo un 20% fuera; nuestra presencia fuera es muy pequeña y muy dispersa”, dice Rodríguez.  La empresa, que ya está buscando distribuidores en el extranjero, se ha marcado como primer objetivo el asalto al mercado francés, donde tiene una presencia residual para, en segundo lugar, dar el salto a Estados Unidos.