Empresa

Escolá, medio siglo tejiendo para El Corte Inglés y Adolfo Domínguez

Iria P. Gestal

11 may 2015 - 04:45

Más de medio siglo dedicándose al punto. Escolá, especializada en moda femenina, suma más de medio millar de tiendas por todo el país y cerró el pasado ejercicio una cifra de negocio de tres millones de euros. La crisis les ha afectado, “pero en 2013 tocamos fondo y en 2014 ya hemos empezado a remontar”, explica Javier Plou, gerente de la empresa e hijo de su fundadora, a Modaes.es.

 

La madre de Plou, Mercedes Escolá, y su tía, comenzaron tejiendo a mano prendas de punto en la mercería que regentaba su abuela en Falces, Navarra. “Empezaron a tener éxito, y decidieron trasladarse a Zaragoza”, explica Plou. Otros dos hermanos de Mercedes se sumaron al negocio, que entonces se llamaba Hermanos Escolá, y llegaron a abrir cinco tiendas multimarca en la capital aragonesa.

 

Hoy, su parque de tiendas ha encogido bastante. En 1989, Mercedes Escolá se hizo con el control de la marca y los establecimientos se repartieron entre los cuatro hermanos. “Nosotros acabamos traspasando las tiendas pero, hace unos años, me pareció conveniente abrir un punto de venta propio por cuestiones de imagen de marca”, dice Plou. El establecimiento, situado en la calle Zurita, vende las colecciones de Escolá, aunque también han introducido bolsos y accesorios de otras marcas.

 

La red de distribución de la compañía la completan alrededor de 500 tiendas multimarca repartidas por toda España, y una treintena de centros de El Corte Inglés, para las que Escolá diseña una colección en exclusiva. “Llevamos trabajando con El Corte Inglés desde que sólo tenían el local de Preciados, y llegamos a estar presentes en sesenta centros”, apunta Plou.

 

Escolá vivió su momento de gloria en los ochenta, cuando a la nutrida red de El Corte Inglés se sumó también una colaboración con Adolfo Domínguez, para el que confeccionaban las prendas de punto para hombre y mujer. “Trabajamos juntos varios años, y Domínguez acabó por fichar a una persona de nuestro equipo”, explica. La compañía ha colaborado también con firmas como Fiorucci, y el próximo invierno presentará su primera colección para la enseña francesa Georges Rech.

 

También en los ochenta, Escolá comenzó su aventura internacional con exportaciones a Canadá y Estados Unidos. “Era un momento en el que todavía muy pocos exportábamos, y no había nada de apoyo, así que teníamos problemas para cobrar y enviar la mercancía”, relata Plou.

 

Dos décadas más tarde, la empresa volvió a salir al extranjero, que hoy representa un 20% de sus ventas. Tras una primera experiencia en Portugal, continuó su expansión por Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Irlanda y Alemania. “En Rusia teníamos un par de proyectos, pero tras la crisis lo hemos dejado y ahora, con la situación del país, nos da algo de miedo volver”, dice Plou. Además, gracias a su presencia en ferias como la parsisina Who’s next, sus colecciones se venden también en lugares tan remotos como Isla Reunión o Martinica.

 

Por ahora, no se plantean abrir más tiendas propias. “No lo descarto a largo plazo, pero si abrimos una tienda queremos estar en el centro: en la calle Serrano de Madrid, o en Portal del Ángel o Paseo de Gracia en Barcelona, y ahí los alquileres son elevadísimos”, explica Plou. Sin embargo, Plou defiende el formato multimarca, aunque, reconoce que “es una especie enextinción”. “Hemos apostado por el multimarca porque creemos que todavía hay gente que no compra en las grandes cadenas porque no quiere vestir como todo el mundo; es triste ir a Madrid, París o Copenhague, y que haya las mismas tiendas en todas partes”, opina.

 

Aunque hicieron algunas pruebas en Marruecos y China, hoy la compañía fabrica íntegramente en España. Una parte de la confección se realiza en la fábrica que Escolá tiene en el Polígono Alcalde Caballero de Zaragoza, y el resto en talleres auxiliares situados en Castilla y León, Cataluña y Aragón. La empresa cuenta con una plantilla de 27 personas en su sede, que asciende a un centenar de trabajadores contando los talleres.

 

Los precios de Escolá rondan los cien euros por prenda, y su público son mujeres de a partir de cincuenta años, con un poder adquistivo medio. “Tenemos precios altos, y por eso, así como la entrada de China en la OMC no nos afectó, la crisis nos ha hecho mucho daño”, admite Plou.