Empresa

Encajes Laquidain, de vestir muñecas a la pasarela con Versace

S. Riera

12 sep 2012 - 04:49

Adaptación al medio de los supervivientes del textil español. Es lo que representa Encajes Laquidain, una empresa con sede en Argentona (Barcelona) que ha reorientado su actividad para sobrevivir a los vaivenes del mercado. La deslocalización de la producción de juguetes en España obligó a la empresa a centrarse en fabricar encajes para otros segmentos, como el del disfraz y el de la confección para mujer y niña. Actualmente, el 70% de su producción se destina a las prendas femeninas. Entre sus clientes se cuentan Inditex, pero también Armani y Versace.

 

Alejandro Laquidain, actual presidente del Consejo Intertextil Español (CIE), dirige la empresa junto a su hermana Marina, responsable de la parte administrativa y de gestión. Su padre fundó la compañía en 1976. Encajes Laquidain empezó su andadura como una división de Fanatex, compañía productora de encajes, con sede en Pamplona, que se puso en marcha en 1954 y que cerró  a finales de la década de los setenta.

 

Tanto Fanatex como Encajes Laquidain se especializaron en el campo de las muñecas, un segmento que tuvo una gran actividad en España hasta la década de los noventa, cuando la mayor parte de la producción de juguetes se trasladó a otros países. Alejandro Laquidain explica que su padre entró en contacto con el negocio de los encajes al empezar a trabajar en un almacén de mercería en Pamplona, que por aquel entonces se nutría de material traído de contrabando de Francia. 

 

Fanatex inició su actividad en Cataluña con la apertura de una planta en la localidad de Teià (Barcelona), oficinas en El Masnou (Barcelona) y un almacén en la ciudad de Barcelona. Más adelante, y ya de manera independiente, Encajes Laquidain, abrió una nueva fábrica en Arenys de Munt (Barcelona), compró la del fabricante de hilados Gütermann en Argentona (Barcelona) y, finalmente, puso en marcha otra en Palau-solità i Plegamans (Barcelona). Más tarde, la empresa trasladó las oficinas y el almacén, que centralizó en la planta de Argentona. 

 

Encajes Laquidain forma parte de un grupo, en manos de la familia Laquidain, compuesto de seis compañías, con actividad en el sector textil, pero también en otros ámbitos, como el de la geriatría. Según datos del Registro Mercantil correspondientes a 2010, Encajes Laquidain cerró el ejercicio con una facturación de 1,1 millones de euros, un 15,2% menos que un año atrás, y un descenso del resultado neto del 84,2%, hasta los 8.827 euros. La empresa cuenta con una plantilla de alrededor de sesenta trabajadores.

 

Laquidain asegura que fue a raíz de la deslocalización del sector de la juguetería que decidieron reorientar la actividad hacia otros sectores, como el del disfraz y la confección de prendas para mujer y niña. En 2009, la compañía optó por centrar esfuerzos en la producción de encaje para prendas de vestir, que actualmente representa el 70% de su actividad. Laquidain explica que tomaron esta decisión al advertir que en el segmento del disfraz, “los ayuntamientos dejaron de invertir en fiestas y la importación de trajes ya confeccionados ganaba terreno”.

 

La empresa se empeña en mantener la producción en España y, en concreto, en Barcelona. Según Laquidain, “Barcelona es una marca que tiene peso internacional”. El directivo subraya que “producir aquí nos ha abierto puertas de clientes de Francia e Italia que hace unos años nos hubiese sido imposible tener”.

 

Actualmente, Encajes Laquidain trabaja en intensificar la actividad exportadora. Según explica su director, el objetivo de la empresa es aumentar el número de mercados en los que está presente. La compañía exporta un 40% de su producción a quince países y estudia la entrada en Latinoamérica y Rusia. Laquidain asegura que en los últimos años se han volcado en la internacionalización y que la compañía ha incrementado sus ventas en el extranjero a un ritmo del 10% anual.