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Emilio de la Morena, ‘London calling’

Custodio Pareja

12 abr 2013 - 04:48

Emilio de la MorenaContesta al teléfono con un inglés perfecto y palabras como busy, speaking o hello se cuelan en la entrevista. No es de extrañar. El taller del diseñador español Emilio de la Morena está ubicado en Londres, y toda su trayectoria profesional y su formación se han desarrollado en la capital británica. De la Morena, natural de Alicante, nunca se había planteado dedicarse al sector de la moda, pero ya lleva siete años al frente de su propia firma. Su dominio de las finanzas y su estancia en una gran cantidad de países le han dado al diseñador un bagaje que le diferencia de la gran mayoría de los creadores españoles.

 

De la Morena estudió Ciencias Económicas, pero desde pequeño le habían interesado las Bellas Artes. Desde España viajó a Alemania y Escocia, donde se formó como consultor de negocio y se especializó en el mundo del branding, ya que “era la parte más creativa de un trabajo de oficina”. En 2001 combió por completo la vida de De la Morena y su trayectoria profesional. “En el fondo, siempre me había interesado la moda, pero nunca lo había querido admitir por el miedo a que me tacharan de raro -asegura el creador-; en mi casa siempre me decían que estudiara algo con futuro, por eso acabé estudiando Económicas”.

 

Ese año, De la Morena comenzó a buscar un lugar donde formarse en la ciudad de Londres, lo que inmediatamente le llevó a pensar en la escuela de diseño por antonomasia. De la Morena acabó cursando sus estudios en moda en Central Saint Martins College of Arts y en el London College of Fashion. “Mi ansia por ser el mejor y querer aprender rápido todo lo que me enseñaban en la escuela era por mi edad, ya que tenía treinta años y era momento de apostar de una vez por todas por una profesión para toda mi vida”, dice. “Cuando acabé mis estudios me di cuenta de que la moda en realidad es una industria antigua y muy jerárquica –explica De la Morena-; a veces, si echo la vista atrás, me planteo si volvería a estudiar diseño”.

 

Cuando terminó su formación, De la Morena pasó por distintos talleres de diseñadores británicos, hasta llegar al de Jonathan Saunders, donde aprendió cómo funcionaba un taller de costura, trabajar con un equipo de diseño y cómo era realmente este sector. “Mi base económica no me sirvió directamente para aprender a gestionar mi firma, pero sí que me ayudó a que los proveedores me tomaran en serio -asegura De la Morena-; hablaba el mismo idioma que las empresas del sector”.

 

El diseñador observa una gran diferencia entre el funcionamiento del sistema de la moda en España con el del resto de Europa. “En Inglaterra, los retailers y los compradores compran moda independiente, pero en España esto no pasa”, asegura De la Morena. “El español, por su desconocimiento y falta de cultura en moda, prefiere las marcas internacionales”, añade. El creador también menciona el sistema de subvenciones que existe en Inglaterra (del que él se ha beneficiado en alguna ocasión), controlado por el British Fashion Council, que ofrece a los jóvenes diseñadores ayuda profesional y apoyo en financiación y gestión.

 

Ahora, De la Morena, que no vende sus creaciones en el mercado español, ya lleva seis años al frente de su propia firma y valora su recorrido en la moda como algo precipitado. “Creo que debería haberme formado un poco más e ir más lento para desarrollar con más calma lo que quería hacer, pero aún así estoy contento, ya que he obtenido una respuesta positiva del sector, estamos creciendo y, poco a poco, comenzamos a ser más rentables”.

 

De la Morena, que se incorporó el pasado año en la Asociación de Creadores de Moda de España (Acme), mira hacia el futuro con algo de incertidumbre. No sabe si acabará en España: repite constantemente que le “encantaría”,  pero es consciente de que su negocio en Londres va sobre ruedas. Tampoco sabe qué pasará con su firma en un futuro, pero no descarta dar entrada a un socio para aumentar su presencia en todos los mercados. “En este sector, para crecer y lograr tu objetivo, que es que tus creaciones lleguen a tu consumidor, debes tener un socio inversor que  apoye financieramente tu iniciativa y tenga experiencia en moda”, asegura el creativo.

 

Matrimonios de la moda como Tom Ford y Domenico De Sole o Christopher Kane y PPR son ejemplos que el creador cita como la fórmula del éxito para triunfar en este negocio. “Esta relación sólo funciona cuando es un matrimonio de verdad, ya que la moda no deja de ser un negocio, y como tal se busca que sea rentable”, añade el diseñador.

 

De la Morena, que inició su actividad en el sector de la mano de Mike Carey, un socio que apostó por formar parte del proyecto desde su inicio, cree en otros modelos de negocio, como la gran distribución. “No ha canibalizado el diseño y creo que es increíble que cadenas como Zara o H&M hayan conseguido democratizar la moda”, explica.

 

Una de las razones por las que el diseñador se ha formado esta opinión es porque algunos creadores con más trayectoria han llegado a declarar que Zara creaba demanda del producto verdadero, aunque añade que no sabe “hasta qué punto beneficia que un gigante de la distribución te copie cuando se es pequeño”.