Empresa

El viaje de Macson: de fábrica a ‘flagship’

Franc Marín-Camp

19 ene 2016 - 04:40

 

Dinámica, sin consejos de administración ni cargos intermedios. Así define Domingo Obradors Rosique, miembro de la cuarta generación de la familia propietaria de Macson, la empresa que fundó su bisabuelo Domingo Obradors Fitó. La agilidad que ostenta la compañía catalana a la hora de tomar de decisiones, y de la que el bisnieto presume, le ha permitido sortear todos los obstáculos del siglo XX. Cien años después de la puesta en marcha de una primera fábrica en Prats de Lluçanès (Barcelona), Macson está presente en las principales calles comerciales de España y se lanza ahora a la conquista del mercado exterior.

 

El grupo ha abandonado su antiguo negocio de la camisería y se ha dejado seducir por el retail. En la actualidad, la moda masculina de Macson está presente en sesenta tiendas y, en el último año, ha plantado la bandera de sendos buques insignia en Paseo de Gracia y Serrano, codeándose con gigantes del sector como Zara, Mango, Cortefiel o Massimo Dutti.

 

El embrión de Macson fue la fábrica que la familia Obradors fundó en 1916 en el corazón de Cataluña. Domingo Obradors Fitó traía consigo las ideas adquiridas en un viaje a Alemania y a su llegada puso en marcha un negocio de elaboración de tejidos. Tras la Guerra Civil, la compañía comenzó a confeccionar camisas con el género sobrante bajo el nombre de Macon (Manufacturas de la Confección). La fábrica, esta vez en Tona (Barcelona), llegó a producir un millón de camisas al año que la empresa vendía a terceros.

 

Fue en la década de los setenta cuando los Obradors subieron la persiana de su primer establecimiento bajo el nombre de Duomo. “La tienda tenía de todo -cuenta Obradors, consejero delegado de Macson-; distribuíamos moda masculina, femenina e infantil, y llegamos a tener incluso una sección de bazar y juguetes en Navidad”. Estos pequeños grandes almacenes, situados en la calle Biada de la capital catalana, tuvieron sus réplicas en ciudades como Lleida, Igualada o Vic. Posteriormente, la familia puso en marcha las tiendas Chemise, especializadas en mujer, mientras que reservaba la enseña Macson para el multimarca. “Antes estaba mal visto que uno fuera al mismo tiempo fabricante y tendero”, explica el directivo, razón por la cual la empresa se acabó decantando por uno de los dos negocios.

 

 

Ante esta disyuntiva, los Obradors volvieron a echar mano de la agilidad que ya habían tenido en décadas anteriores. “Se decidió en una reunión -rememora el miembro de la cuarta generación-; las tiendas de Duomo y Chemise abandonarían las colecciones de mujer y niño y cambiarían su nombre por el de Macson”. Antes de que esto sucediera, la enseña masculina ya había puesto en marcha su primera tienda en Barcelona en régimen de franquicia. “Con la crisis del textil, tuvimos que empezar a abrir tiendas para aguantar la producción -confiesa el directivo-; cerrar la fábrica era muy costoso, así que la reconvertimos en centro logístico y las mujeres que llevaban treinta años cosiendo pasaron al almacén”.

 

Hoy, el grupo mantiene la mayor parte de sus establecimientos en Cataluña, al tiempo que ha llevado a cabo una ofensiva en el Levante mediterráneo con aperturas en Valencia, Alicante y Murcia. “Nos interesa instalar tiendas en zonas turísticas -admite el consejero delegado-; también estamos estudiando abrir en ciudades como Málaga, Fuengirola o Marbella, una zona que conocemos bien porque hemos veraneado siempre ahí”. De nuevo, el negocio y la familia van en la misma dirección.

 

Sin embargo, la táctica de Macson nunca es casual. “En los últimos seis años hemos aplicado a nuestro negocio el modelo de Inditex, con nuestras herramientas”, puntualiza Obradors. “Si no lo hicimos antes fue porque hubo un cambio generacional y porque no teníamos la misma capacidad de producción que las grandes cadenas”. El empuje de los últimos años responde también a otro motivo: “hubo empresas que decidieron crecer en número de tiendas; nosotros antes lo hicimos con un patrimonio inmobiliario que ahora es nuestro seguro”, explica. En la actualidad, Macson registra unas ventas anuales de alrededor de 24 millones de euros.

 

 

La expansión de la compañía en el mercado español se vio completada en 2015 con la apertura en el extranjero. Tras varios años negociando la presencia de la marca en países africanos y latinoamericanos, la compañía subió la persiana en la ciudad argelina de Orán de la mano de un socio local. Pero la apuesta por África no se detiene: la empresa ultima ahora el salto al mercado marroquí con dos establecimientos en Casablanca.

 

La actual estrategia de Macson es múltiple, tal y como asegura Obradors, gracias a la ausencia de cargos intermedios que ralenticen la toma de decisiones dentro de la compañía. El interés de Macson a medio plazo se centra en mercados que van de la vecina Francia a la estratégica Miami, puerta de entrada a Estados Unidos para la moda española. “Nos siguen interesando también países como Chile y Argentina porque van a temporada cambiada y esto permite alargar la vida del full price”, admite el directivo.

 

 

Macson se encuentra actualmente en negociaciones con Alhokair para entrar en Oriente Medio y estudia llevar sus artículos a mercados como China y Rusia a través de acuerdos con plataformas de ecommerce. Todas estas opciones, y otras que están por venir, serán una realidad “cuando salgan”, según subraya el empresario: “estamos preparados para firmar una tienda y abrirla en dos semanas donde sea”.

 

Un árbol genealógico sin descanso en domingo

El único día de descanso para los tenderos, el domingo, se repite en el árbol geneológico de los Obradors como si fuera una premonición. La compañía fue fundada por Domingo Obradors Fitó, que puso en marcha una fábrica de tejidos en la Cataluña de 1916.

 

Posteriormente, el negocio pasó a manos de los hermanos Francisco y Casimiro Obradors para, en la tercera generación, recaer en dos primos que, de nuevo, se llamaron Domingo.

 

El hijo de uno de ellos, Domingo Obradors Noguera, es el padre del actual consejero delegado de Macson, Domingo Obradors Rosique. En la actualidad, los primos Obradors Soldevila controlan la empresa de tejidos Obradors SA.