El nuevo equipo de American Apparel traza un plan estratégico en pleno proceso de venta

Paula Schneider, consejera delegada de American Apparel, desplegó ayer ante los analistas las que serán las claves de su plan estratégico para la compañía. La ejecutiva, que el pasado diciembre relevó al controvertido Dov Charney, establece cuatro ejes para definir el futuro de la empresa, que en paralelo se encuentra en proceso de venta.

“American Apparel es una de las marcas más reconocidas del mundo”, señaló la consejera delegada. Para capitalizar este reconocimiento, la compañía se centrará en cuatro prioridades.

La primera de ellas serán las operaciones, según señaló Schneider, prestando especial atención al desarrollo de producto y la planificación, así como a los stocks y a la cadena de suministro. En segundo lugar, la directiva quiere elevar la inversión en marca, con el objetivo de que estos dos aspectos lleven a mejorar en dos áreas más: incremento del beneficio y aumento de la liquidez.

La duda es si la nueva directiva podrá ejecutar todas estas acciones, en tanto que la empresa se encuentra en pleno proceso de venta. El pasado diciembre, el fondo Irving Place inició conversaciones para lanzar una oferta para hacerse con el cien por cien de la compañía.

American Apparel finalizó los nueve primeros meses del ejercicio (periodo finalizado en septiembre) con unas pérdidas de 40 millones de dólares (32,09 millones de euros), un 52% menos que las obtenidas en el mismo periodo del ejercicio precedente. Las ventas de la compañía en el mismo periodo se situaron en 455,36 millones de dólares (365,32 millones de euros), un 2% menos que la alcanzada en el mismo periodo del ejercicio precedente.