Empresa

El matrimonio a la fuerza de Hermès y LVMH celebra su primer cara a cara

31 may 2011 - 00:00

Mario Core. París.- Han pasado cinco meses desde que el gigante del lujo LVMH anunciase que ya controlaba el 20,2% de capital de Hermès, pero los accionistas de las dos casas francesas no se habían visto las caras. La asamblea general de Hermès celebrada ayer en París puso fin a esa larga luna de miel, durante la cual los recién casados optaron por darse la espalda.

Por primera vez desde que LVMH  iniciase su ofensiva compradora sobre su competidor, varios representantes de la firma debían ayer asistir al encuentro. Según el líder del sector, sus emisarios en la junta de Hermès mantuvieron un perfil bajo, en línea con la estrategia “pacífica pero no pasiva” que Arnault preconizó el pasado febrero.

 

La ocasión era propicia para una reconciliación puesto que Hermès volvió a tender la mano, después de los buenos resultados del 2010 (46% de incremento de las ventas) y del primer trimestre de 2011 (un 25,5% más que el mismo período del año anterior).

 

También contribuyó a ello el hecho de que accionistas de referencia, pero distanciados de la operativa de Hermès, como las familias Puech y Guerrand, comienzan a ver con buenos ojos una colaboración con LVMH, según la prensa gala; un cambio que ha forzado al director general de la compañía, Patrick Thomas, al suavizar su retórica contra el grupo de Arnault.

Más allá de lo simbólico, el encuentro de ayer no tendrá grandes repercusiones porque el orden del día preveía sólo la aprobación del dividendo y la renovación de miembros del consejo de vigilancia.

 

Además, la Autoridad de Mercados Financieros gala (AMF), equivalente a la española Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), autorizó el pasado enero a las familias Dumas, Puech y Guerrand a agrupar el 50% de las acciones de la empresa sin tener que lanzar posteriormente una opa obligatoria sobre el 100% del grupo para defenderse de una posible oferta pública del conglomerado que lidera Arnault.

 

Se trata de una medida que les permitirá impulsar la estrategia de defensa frente al envite de LVMH, que pese a su fortaleza en el capital de Hermès sólo dispone del 13% de los derechos de voto, según la Asociación de Defensa de los Accionistas Minoritarios (Adam).

 

Sin embargo, LVMH, reciente comprador de Bulgari, puede mostrarse más seguro que nunca después de que la agencia de calificación de riesgo Standard and Poor’s elevase su nota a A por su “generación impresionante de cash flow” y su confianza en el potencial del grupo en los mercados emergentes.