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El lujo de Longchamp desembarca en Barcelona

P. Riaño/ S. García

3 jun 2013 - 04:57

Una de las firmas que más tiempo llevaba buscando una ubicación en Paseo de Gracia cumple su objetivo. La enseña francesa Longchamp, especializada en complementos, preara la apertura de su segunda tienda propia en España, ubicada en la vía barcelonesa más demandada por enseñas de lujo. La compañía se instalará en el número 86 de Paseo de Gracia, un local ocupado actualmente por La Baguetina Catalana.

 

Según han confirmado a Modaes.es fuentes cercanas a la operación, Longchamp abrirá sus puertas en Paseo de Gracia la próxima primavera, en el mismo periodo en que lo hará otra gran enseña internacional: Cartier, que se ha instalado en el número 82 de la avenida, transitada principalmente por turistas. Fuentes de la compañía sostiene que la operación todavía no se ha firmado.

 

Longchamp, que pasará a ocupar un local propiedad de Mutua de Propietarios situado junto a la italiana Prada, opera en España a través del canal multimarca y El Corte Inglés, así como en su única tienda propia en el país hasta la fecha, ubicada en la calle Serrano de Madrid.

 

A mediados del año pasado, la enseña reabrió su establecimiento de Madrid incorporando un nuevo concepto de retail. El punto de venta de Madrid, situado en el número 20 de Serrano, cuenta con 250 metros cuadrados, donde se distribuyen modelos de bolsos tan conocidos como Le Pliage.

 

Fundada en 1948 por Jean Cassegrain, hijo de un tabaquero, en París, Longchamp nació como fabricante de complementos de piel para cigarreras para más tarde diversificar en todo tipo de accesorios. Aunque inicialmente la compañía se llamaba Cassegrain, la utilización comercial del apellido en otro negocio familiar hizo que el fundador de Longchamp tuviera que pensar en otro nombre.

 

La asociación del apellido familiar con los molinos (casse-grain se puede traducir como rompe grano, función del molino) provocó que Jean Cassegrain pensara en uno de los últimos molinos que había en París, que se encontraba al final de la recta Longchamp, del circuito hípico de la capital gala. La especialización en productos de piel y la asociación de la hípica con la piel hizo de Longchamp el nombre adecuado.

 

Desde entonces, la compañía ha expandido su abanico de productos y se ha convertido en especialista en accesorios de piel, desde bolsos, hasta pequeña marroquinería e incluso ha lanzado una colección de moda y otra de calzado. En esta última es en la que está apostando fuerte para crecer. El objetivo de Longchamp es pasar de ser una enseña de accesorios a convertirse en una marca de moda global.

 

Para ello, la compañía ya ha firmado acuerdos con los principales operadores de grandes almacenes de Europa, como Galeries Lafayette, para abrir puntos de venta dentro de sus departamentos de calzado en los próximos dos años. Además, también planea la apertura de una pop-up store en la Rue Saint Honoré de París el próximo julio, según WWD.

 

Longchamp cerró el ejercicio 2012 con una cifra de negocio de 454 millones de euros, un 16% más que la obtenida un año antes. América, con un 26%, es la región en la que más elevó sus ventas en 2012, seguida de Asia-Pacífico, con un 25%, y Europa, con un 16%.