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El gigante chino Shanghai Silk, a la conquista de Europa: entra en España con Lily

La compañía ha escogido el mercado español para comenzar su desarrollo en Europa de la mano de la consultora Dna. Shanghai Silk es una de las mayores exportadoras de moda y tejidos de Shanghái.

I. P. Gestal / P. Riaño

8 jun 2017 - 05:00

El gigante chino Shanghai Silk, a la conquista de Europa: entra   en España con Lily

 

 

Moda china para plantar cara al premium europeo. El gigante Shanghai Silk, uno de los mayores productores de prendas de vestir del país, ha escogido España para emprender la expansión en Europa de su marca propia de moda, Lily.

 

El desarrollo lo llevará a cabo de la mano de Dna, una consultora con sede en Shanghái especializada en la expansión de empresas europeas en Asia y de compañías chinas en el mercado europeo.

 

Shanghai Silk comenzó su andadura en 1949 y actualmente tiene entre sus clientes a marcas como Inditex, Mango, Dillard’s o Calvin Klein. En 2000, la empresa, propiedad al 49% del Gobierno chino y con una facturación de en torno a 800 millones de dólares, decidió diversificar y lanzar Lily, su primera marca de moda. 

 

La cadena, especializada en moda femenina con un posicionamiento premium, opera con 700 tiendas monomarca en China y setenta en otros diez países, principalmente en el Sudeste Asiático y Oriente Medio.

 

 

 

 

 

En Europa, Lily tendrá que enfrentarse cara a cara con líderes en su segmento como Maje, Claudie Pierlot y Max&Co o, en España, con Bimba y Lola e Intropia. “Es un reto, pero nos va a obligar a esforzarnos a ser mejores, y eso eventualmente repercutirá también en el mercado natural de Lily, que es China”, señala Daniel Guerra, responsable de Dna.

 

La primera hoja de ruta es a tres años, en los que la compañía prevé abrir en España, Portugal e Italia. A partir de ahí, el objetivo de Lily es desembarcar también en Francia, Alemania y algún mercado pequeño como Bélgica y Holanda.

 

Los primeros pasos se darán en España, donde la empresa pondrá en marcha este año una filial controlada directamente por la matriz en Shanghái. Además, la compañía prevé abrir dos tiendas en Madrid y Barcelona el próximo septiembre. A partir de ahí, el grupo contemplaría la posibilidad de continuar creciendo con franquicias o de desembarcar en nuevos mercados tanto con estructura propia, con distribuidor o con una joint venture.

 

 

 

Talento español para conectar China y Occidente

 

Dna lleva trabajando con Shanghai Silk desde 2010. En 2013 comenzó a asesorar a la empresa en el desarrollo de Lily en Rusia y el Sudeste Asiático, y hace dos le sugirió dar el salto al mercado europeo.

 

La empresa, con sede en Shanghái, está pilotada por Daniel Guerra, que cuenta con una amplia experiencia en el área comercial de empresas como Diesel, Replay o Chevignon. En la década de los noventa, emprendió su camino en solitario y puso en marcha su primera asesoría, que le llevó a trabajar con compañías como Inditex.

 

“Nuestro objetivo ahora es servir de puente para las empresas europeas que emprendan su expansión en Asia y para las asiáticas que quieran venir a Europa”, subraya Guerra. Aunque sus oficinas centrales están en Shanghái, la compañía tiene equipos en Los Ángeles, México, Brasil y Hong Kong, y está comenzando a formarlo en Barcelona.