Empresa

El gigante brasileño del denim Santista recupera su marca original tras deshacer la fusión con Tavex

S. Riera

8 jul 2015 - 04:43

Santista recupera su marca original. La compañía brasileña, ahora propiedad en su totalidad del conglomerado industrial Camargo Correa, retoma el nombre de Santista Jeanswear, que abandonó tras fusionarse con Tavex en 2006. El cambio de nombre es un paso más en la nueva estrategia del grupo de reconcentrar su negocio en su mercado local.

 

A principios de 2015, Camargo Correa finalizó el proceso para deshacer la fusión. La opa de exclusión que llevó a cabo el grupo brasileño culminó en enero y, un mes después, se deshizo del negocio en México, que vendió a la compañía local Siete Leguas, y del de Europa, al fondo de inversión alemán Aurelius.

 

Ahora, Camargo CorreaSiete Leguas y Tavex Europa trabajan para acabar de definir sus operaciones y para delimitar su espacio en el mercado. Por el momento, la imagen en Internet es confusa, ya que bajo el dominio de Tavex se accede a la nueva web corporativa de Santista. No obstante, fuentes cercanas a la compañía española han asegurado que antes de finalizar el verano esperan que cada uno actúe con normalidad bajo su nueva marca.

 

Antes de fusionarse con Tavex, el fabricante de denim Santista ya era uno de los mayores grupos textiles en su país. En el momento de la fusión, Tavex contaba con ventas de 120 millones de euros y Santista, de 300 millones de euros. La española sumaba entonces una plantilla de 1.200 trabajadores y la brasileña, de 4.500 empleados.

 

De hecho, la suma de ambas compañías dio como resultado el mayor grupo fabricante de tejido denim del mundo, con doce plantas de producción y el objetivo de copar el 15% del mercado antes de 2009. Sin embargo, la fusión no terminó de cuajar, en parte, por la dificultad de absorber la deuda generada en el proceso de reestructuración de la nueva compañía conjunta.

 

A pesar de que Tavex continuaba cotizando en el parqué de Madrid y mantenía cierta estructura en España, la toma de decisiones se ubicaba desde 2012 en las oficinas centrales de Sao Paulo. En el mercado español, la empresa mantenía las oficinas de Bergara, Madrid y Valencia, donde concentraba la actividad comercial, administrativa y de I+D.

 

El pasado septiembre, Camargo Correa, el entonces accionista mayoritario en Tavex, lanzó una opa para excluirla de bolsa con el objetivo de retomar el control sobre la compañía y replegar el negocio en Brasil. El gigante industrial brasileño entró en Santista en 2004 después de que ésta comprara la Cia. Jauense Industrial, una empresa textil que el fundador del grupo puso en marcha en la década de los cuarenta.

 

Después de escindir los negocios de México y Europa, Santista se situaría en unas ventas anuales de en torno 336,9 millones de euros, una cifra similar a la que tenía el año de su fusión con Tavex