Empresa

El ERE de Caramelo sale adelante con el ‘sí’ de la plantilla y sin el comité

5 ago 2009 - 00:00

Final en el conflicto de Caramelo. El expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la compañía para despedir a 237 trabajadores fue remitido ayer a la Xunta de Galicia tras recibir el visto bueno de la mayoría de los empleados de la empresa. Los planes de la firma gallega, controlada por el empresario Manuel Jove a través de la sociedad Inveravante, para reflotar la compañía han generado un fuerte conflicto social en el seno de Caramelo y, finalmente, el propio comité de empresa ha quedado al margen de su resolución. El lunes, los trabajadores aprobaron en referéndum la propuesta de indemnizaciones para los afectados por el recorte de personal. La votación, que contó con la participación de 235 de los 447 empleados de la fábrica de A Coruña, había sido convocada por un grupo de trabajadores al margen del comité y fue aprobada con 222 votos favorables, después de que un referéndum a mano alzada echara atrás a finales de julio la última propuesta de la empresa.De ser aprobado por la Xunta y de recibir el visto bueno del comité de empresa, controlado en su mayoría por el sindicato nacionalista CIG, los trabajadores afectados por el ERE recibirán una indemnización de 39 días de salario por año trabajado, con un límite de 34 mensualidades y 60.000 euros. Las condiciones, que fueron presentadas por la mediación de la Xunta gallega, también incluyen la readmisión de una veintena de trabajadores despedidos por los destrozos registrados en la fábrica de Caramelo durante las protestas laborales (algunos forman parte del comité) y un compromiso de estabilidad en el empleo. La dirección de la compañía, que inscribe el ERE en un plan global para reflotar la empresa, celebró ayer el resultado de la votación. A principios de julio, Caramelo lanzó un mensaje de advertencia a la plantilla señalando que el conflicto estaba “abocando” la empresa al concurso de acreedores. El plan de la dirección de Caramelo, que tiene al frente a Fernando Maudo, ex consejero delegado de Coronel Tapioca, prevé una inversión global de 22 millones de euros y aborda desde la distribución hasta las compras, pasando por la internacionalización. El objetivo es sacar a la compañía de los números rojos tras tres años consecutivos de pérdidas.