Empresa

El Corte Inglés supera el bache tras cerrar filas con el nuevo cuadro directivo

La compañía pone sobre la mesa un plan estratégico con el que recuperar el tiempo perdido después de poner fin a la pugna interna y controlar la mochila de la deuda.

S. Riera

27 ago 2019 - 04:57

El Corte Inglés supera el bache tras cerrar filas con el nuevo cuadro directivo

 

 

El Corte Inglés pone de nuevo el contador a cero. Con el cuerpo directivo alineado con la nueva presidencia, el grupo madrileño de grandes almacenes, el tercero en el mundo por cifra de negocio, da gas ahora a la implantación de la nueva estrategia empresarial con la que recuperar el tiempo perdido y ponerse a la altura de sus competidores en una carrera que estaba ya en marcha.

 

La compañía ha vivido unos doce meses de vértigo desde la anterior junta de accionistas en la que se cesó del cargo de presidente a Dimas Gimeno. El pasado domingo, en la última asamblea de accionistas, la nueva presidenta expuso por primera vez las líneas generales de la nueva estrategia de crecimiento de la compañía sobre las que la empresa ha venido trabajando en el último año.

 

Así, mientras El Corte Inglés ponía fin a dos años de pugna interna por el liderazgo y avanzaba en un complejo plan para reducir su abultada deuda, Sears se hundía en Estados Unidos y en Reino Unido Marks&Spencer anunciaba el cierre de un centenar de establecimientos. Un año después de la salida de la vieja guardia del grupo, que culminó con la marcha de Gimeno, la compañía ha activado un alud de proyectos para no quedarse atrás y desconectarse de las nuevas generaciones de consumidores.

 

 

 

 

Marta y Cristina Álvarez no sólo han dado un vuelco a la tradición hereditaria del grupo sino que deben encarar una transformación mucho más profunda de la compañía: la de la digitalización. Tras un año de transición, el nuevo cuadro directivo está alineado en un proyecto consensuado y cohesionado.

 

En los últimos doce meses la empresa ha reorganizado su equipo directivo, ha reestructurado su deuda y ha sentado las bases de su camino hacia la digitalización. En este sentido, se ha fortalecido y consolidado el triunvirato compuesto por Marta Álvarez, Jesús Nuño de la Rosa y Víctor del Pozo.

 

El pasivo es aún uno de los grandes lastres del grupo. En 2018, la compañía logró situarlo en 3.367 millones de euros después de reducirlo en 467 millones de euros. Adelgazar la deuda comportó la ejecución de distintas desinversiones, como la venta de 96 activos inmobiliarios o la del negocio de Optica2000.

 

 

 

 

Por otro lado, El Corte Inglés realizó por primera vez una emisión de bonos para refinanciar parte de un crédito sindicado. La operación ascendió a 800 millones de euros y ha indexado a la compañía en la bolsa de Dublín, obligándola a mantener una política mucho más aperturista y transparente que la llevada hasta ahora.

 

Por último, el mayor acelerón que ha dado el grupo ha sido en la operativa. Una de las primeras decisiones que tomó el nuevo cuadro directivo en la nueva etapa fue la creación de un canon mínimo para las marcas si no llegan a los objetivos de ventas marcados. Con esta medida, no exenta de polémica en el sector, El Corte Inglés garantizaba mejorar sus márgenes.

 

En este sentido, la compañía reordenó también su cartera de marcas de mujer centrándose en una sola: Woman. Esta reorganización supuso también el fin de firmas como Antea, Zendra y Yera.

 

 

 

 

El grupo también dio sus primeros pasos en omnicanalidad llevando las entregas en menos de dos horas a toda España haciendo uso de su capilaridad en el territorio y selló un pacto de grandes magnitudes con la tecnológica china Alibaba para acelerar en su internacionalización y también en digitalización. En este pacto se sellaba la entrada de las marcas de El Corte Inglés en China a través de Tmall y Aliexpress, a la vez que cedía su estructura para apoyar a Aliexpress en su operativa en España. Por otro lado, Alibaba dotaba de tecnología al grupo de grandes almacenes para su despegue en la digitalización.

 

A raíz de este pacto, en junio, El Corte Inglés inició la comercialización de siete de sus marcas de moda (Easy Wear, Fórmula Joven, Green Coast, Free Style, Boomerang, Mountain Pro y Unit) a través de todas las plataformas de Aliexpress.

 

La compañía también ha empezado a dar vueltas a nuevas formas de negocio más allá del complejo comercial tradicional. El primer centro en el que experimentar con el formato de futuro de El Corte Inglés será el de Arroyosur, en Leganés (Comunidad de Madrid). La empresa invertirá cien millones de euros en su remodelación y contará con la participación del arquitecto Lázaro Rosa-Violán.

 

“Estamos más cerca de ganarnos el futuro”, afirmó la nueva presidenta en la última junta de accionistas. Y es que después de dos años de litigio interno y uno de transición, la tarea más difícil, la de consolidar el nuevo liderazgo, está ya solventada. Queda ahora por delante una tarea no menos ardua: actualizar un concepto de retail que en el exterior está más que en entredicho.