Empresa

Eduardo Navarro (Sherpa Capital): “No hemos venido a Dogi para que sea una empresa de 45 millones”

S. Riera

10 jun 2015 - 04:55

Dogi se encuentra en un punto de inflexión. La compañía presentará en breve su estrategia de crecimiento para los próximos años, una vez concluida la entrada del fondo de inversión Sherpa Capital y mientras ultima la reestructuración interna en la planta de El Masnou (Barcelona). El siguiente paso será poner en marcha los planes previstos desde un inicio por el grupo inversor y que consisten en impulsar el crecimiento a través de adquisiciones y joint ventures (empresas conjuntas).

 

“No hemos venido a Dogi para que sea una empresa que facture 45 millones de euros”, ha asegurado Eduardo Navarro, presidente de Sherpa Capital, a Modaes.es. “Hemos venido para hacer crecer a la empresa para que vuelva a ser un player de referencia”, aseguró ayer el empresario en el transcurso de la celebración de la junta de accionistas de Dogi.

 

El fondo, actual accionista mayoritario de Dogi, ha llevado a cabo un primer ejercicio de reorganización financiera y optimización de los recursos. Además de barrer la deuda, la entrada de la compañía inversora ha supuesto también cambios en la estructura interna de la textil. La nueva dirección de la empresa ha realizado cambios en los mandos comerciales y, a finales de año, despidió a diez trabajadores de diferentes ámbitos.

 

Por otro lado, para este año, la empresa planea seguir optimizando los recursos y proyecta una reducción de costes para la planta de El Masnou de 260.000 euros. En Elastic Fabrics of America (EFA), la fábrica que Dogi tiene en la localidad estadounidense de Greensboro, la compañía llevó a cabo ya el año pasado una reducción de costes, que ascendió a 656.000 euros y supuso el despido de doce trabajadores, entre otras medidas.

 

“Nuestro objetivo para El Masnou es implantar el mismo sistema que tenemos en Estados Unidos”, ha señalado Navarro. El presidente de Sherpa Capital ha recordado que, en el último ejercicio, el negocio evolucionó mejor en la filial estadounidense, que cerró con un resultado bruto de explotación (Ebitda) positivo de 307.000 euros, mientras que la fábrica española continuó en negativo, con pérdidas de 2,6 millones de euros.

 

Dogi cerró 2014 con un beneficio neto de 10,4 millones de euros, frente a las pérdidas de 9,1 millones de euros de un año atrás, después de la recapitalización por parte de Sherpa. En cuanto a la cifra de negocio, la compañía cerró el ejercicio con ventas de 36,93 millones de euros, registrando un descenso del 8,7% respecto a los 40,46 millones de un año atrás.