Empresa

Dolores Promesas presenta preconcurso e inicia la refinanciación de su deuda

La compañía lleva varios ejercicios en busca de un socio industrial. Ahora, prepara una reducción de su tamaño con cierres de puntos de ventas y un ERE.

N. Zaballa / P. Riaño

6 feb 2020 - 05:00

Dolores Promesas presenta preconcurso e inicia la refinanciación de su deuda

 

 

Dolores Promesas ajusta su tamaño. La compañía española de moda femenina se ha acogido al pre concurso, mientras negocia la refinanciación de su deuda. La empresa se prepara ahora para reducir su estructura echando el cierre a corners y franquicias y ejecutando un expediente de regulación de empleo (ERE).

 

“Con más de trece años en el mercado, y tras un proceso de rethinking que ha llevado a la firma española en el último año a implementar cambios en todas sus áreas de negocio para adaptarse a los nuevos tiempos, Dolores Promesas da un nuevo paso en su plan de transformación y reestructura ahora su red comercial y en consecuencia reduce su plantilla, fruto de la caída de las ventas y las dificultades financieras ante la situación del sector”, ha explicado la empresa a Modaes.es.

 

Según han confirmado fuentes de la empresa, este movimiento tiene como objetivo blindarse ante los acreedores. Tras acogerse a esta figura de la Ley Concursal, la compañía tiene por delante un plazo de hasta cuatro meses para negociar con sus acreedores o, de lo contrario, sería declarada insolvente.

 

Según los últimos datos disponibles en el Registro Mercantil, la sociedad Leyenda Personal, a través de la cual opera Dolores Promesas, finalizó el ejercicio 2018 con una cifra de negocio de 5,52 millones de euros, a la baja respecto a los 5,68 millones de euros de un año antes. La sociedad registró un resultado neto de 145.378 euros, la mitad que en 2017, cuando ganó 295.189 euros.

 

 

 

 

Con sede en Alcorcón (donde puso en marcha unas nuevas oficinas hace dos años), Dolores Promesas cerró 2018 con una deuda con entidades de crédito de 5,57 millones de euros, de la cual más de un 90% correspondía a compromisos a corto plazo. A cierre de 2017, la deuda de la compañía se situaba en 4,97 millones de euros.

 

Los planes de la empresa pasan ahora por centrar su distribución en el canal ecommerce y en “aquellos enclaves estratégicos que a día de hoy siguen mantenido su rentabilidad a pie de calle”. En los próximos meses, la empresa cerrará algunos de sus puntos de venta, para lo cual ya ha abierto un ERE. 

 

Dolores Promesas cuenta actualmente con una red de 41 puntos de venta, doce de ellos corners en El Corte Inglés y 29 tiendas monomarca. La distribución de la marca se centra en España.

 

“Con esta reestructuración, la compañía española da así continuidad a los cambios implementados desde 2019 en donde, a raíz de un profundo estudio del mercado, decidió apostar por una nueva organización interna, el rediseño de su imagen, la creación de nuevas líneas de negocio y sobre todo por la ampliación de sus colecciones con otro tipo de productos que pueden atraer a públicos como el millennial”, señala la compañía.

 

Dolores Promesas asegura que se encuentra diseñando un plan de viabilidad, que pasa, por ejemplo, por la firma de “acuerdo de colaboración con un fabricante para mejorar sus ratios de producción”, al tiempo que se encuentra en “avanzado proceso de negociación con varios posibles socios inversores que le ayuden a la optimización del negocio”.  

 

 

 

 

A mediados de 2017, Dolores Promesas inició la búsqueda de socios con el objetivo de abrir su capital para acelerar su expansión mediante tiendas en España y países de Latinoamérica como México. Las previsiones de la compañía pasaban por crecer un 5% en 2017 y alcanzar unas ventas de ocho millones de euros.

 

Los planes de Dolores Promesas pasaban entonces por alcanzar una facturación de 15 millones de euros en 2022. De darse la entrada de un socio, la empresa preveía duplicar dicha previsión de crecimiento, hasta conseguir una cifra en torno a los 30 millones de euros.

Dolores Promesas nació a mediados de la década de los 2000 de la mano de Javier Lapeña, Miryam Pintado y Alicia Hernández, que controlan más del 80% del capital de la empresa. La compañía ha conseguido una amplia notoriedad gracias a la colaboración con celebridades como la actriz Paula Echevarría.

 

Antes de poner en marcha Dolores Promesas, Lapeña trabajó para el grupo VF como director de márketing y comercial de la marca Lee para España y Portugal. Hernández y Pintado, por su parte, son propietarias de la agencia de comunicación The Gallery Room.