Empresa

Dogi se rinde y presenta concurso con un pasivo de 42 millones

28 may 2009 - 00:00

La textil catalana Dogi International Fabrics no ha podido soportar la caída del consumo y se ha visto abocada a la solicitud de concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos) para su filial española. Como consecuencia de esta medida, la cotización de la empresa fue suspendida ayer por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El consejo de administración de la compañía, dedicada a la fabricación de tejidos elásticos, justifica esta decisión por "la reducción de ventas que ha sufrido durante el último trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2009", "una estructura de costes excesiva" y "la restricción del crédito por parte de las entidades financieras".Dogi, controlada por la familia Doménech, acumula un pasivo de 42 millones de euros, 28 millones de cuales corresponden a compromisos con la banca; seis millones a proveedores; cinco millones al Grupo Dogi, y tres millones a las administraciones públicas. La textil asegura que durante los últimos meses ha tratado de obtener "financiación externa". Dogi puso en marcha hace tres años un plan de reestructuración para devolver a la empresa a la rentabilidad que no ha surtido efecto. La empresa cerró 2008 como su quinto año consecutivo de pérdidas, con unos números rojos de 55 millones de euros. El plan de negocio de la empresa se transformará, tras la presentación del concurso de acreedores, en un plan de viabilidad. La voluntad de la compañía es llegar a un acuerdo con sus acreedores y proseguir con su actividad. Con plantas de producción en Europa, Asia y América, Dogi es uno de los principales fabricantes de tejidos elásticos del mundo. Con una capitalización bursátil de 42 millones de euros, los títulos de Dogi cerraron la sesión del lunes a 0,64 euros.