Empresa

Dogi responde a la exigencia de Sherpa y despide al 20% de su plantilla

S. Riera/ P. Riaño

13 ene 2014 - 04:57

Dogi ha despedido al 20% de su plantilla en estas últimas semanas. La compañía textil, que ultima su venta al fondo Sherpa Capital, ha rescindido el contrato a 37 trabajadores como uno de los requisitos en la negociación. La plantilla del grupo queda en 153 empleados, según han confirmado fuentes de la empresa a Modaes.es.

 

La reducción de plantilla ha ido acompañada de un parón en la producción durante las dos semanas de Navidad. Aun así, la actividad se ha reemprendido tras el periodo vacacional con normalidad. Por otro lado, Dogi es una de las bajas importantes en la próxima edición de Interfilière Paris, el principal salón europeo de tejidos para el íntimo. La próxima convocatoria del certamen tendrá lugar a finales de enero.

 

El fabricante de tejido elástico, con sede en El Masnou (Barcelona), llevó a cabo su último expediente de regulación de empleo (ERE) en 2012, que afectó entonces a 25 trabajadores y que fue consecuencia de un plan de contención de los costes. Los 37 despidos ejecutados ahora corresponden a todas las áreas de la compañía, desde administración hasta la producción. En 2009, antes de solicitar concurso de acreedores, la compañía contaba con una plantilla de 318 personas en su planta de El Masnou.

 

Dogi y Sherpa Capital continúan estirando el plazo de negociación para acordar la compra del grupo textil. La firma, prevista para finales de noviembre, continúa a la espera de cuestiones “burocráticas” y de “terminología” en el redactado del acuerdo definitivo. A pesar del retraso en el consenso, ambas partes mantienen su voluntad de alcanzar un acuerdo.

 

Sherpa Capital, que a mediados de diciembre anunció la compra de la empresa de material óptico Indo por 11,47 millones de euros, mantiene su oferta sobre Dogi sujeta a un proceso de due diligence y a determinados acuerdos con acreedores, entidades financieras y empleados, así como la familia Domènech, propietaria de las instalaciones en las que se encuentra la planta española de Dogi.

 

A principios de octubre, el fondo de inversión presentó una oferta de 3,8 millones de euros para hacerse con la empresa textil. El grupo de capital riesgo quiere conseguir que los acreedores acepten una quita de la deuda concursal y un nuevo calendario de pagos. Sherpa condiciona su inversión asimismo a que la Generalitat conceda, a través de Avançsa, un préstamo participativo por una cantidad mínima de un millón de euros.

 

La operación, diseñada para recapitalizar la compañía, contempla dar solidez financiera y restablecer el equilibrio patrimonial. La empresa inversora tomará las riendas de Dogi con esta operación, aunque contempla la continuidad de miembros clave del actual equipo.

 

El pasado junio, la junta de accionistas de Dogi aprobó una ampliación de capital por valor de 4,7 millones de euros. De ejecutarse la ampliación de capital, el peso de los accionistas actuales quedaría reducido al 22%. En el caso de que no acudieran a la ampliación ni los accionistas mayoritarios ni los minoritarios, la participación de la familia Domènech, fundadora del grupo y su principal accionista, quedaría prácticamente diluida y Dogi pasaría a manos de estos nuevos inversores.

 

La compañía, que presentó concurso de acreedores en mayor de 2009 y logró levantarlo un año después, está suspendida en bolsa desde su entrada en los juzgados.

 

Hasta septiembre de 2013, Dogi logró reducir un 25,4% sus pérdidas, hasta 3,3 millones de euros. La empresa incrementó sus ventas un 6,95% en los tres primeros trimestres del año, alcanzando los 32 millones de euros. La compañía explicó que registró una fuerte entrada de pedidos, que incorporó nuevos clientes y que, poco a poco, está aumentando su cuota de mercado.