Empresa

Dogi recupera el rumbo y deja atrás las pérdidas

12 nov 2010 - 00:00

Modaes.- La textil catalana Dogi, uno de los mayores fabricantes del mundo de tejidos elásticos, encara su futuro en números negros. La compañía, que el pasado julio logró levantar el concurso de acreedores presentado en mayo de 2009, ha cerrado los nueve primeros meses del año con un beneficio de 18,75 millones de euros. Esta cifra contrasta con las pérdidas de 28,6 millones de euros registradas en el mismo periodo del año pasado.Aunque la cotización en bolsa de la empresa continúa suspendida, la compañía comienza a ver los frutos del plan de reestructuración implementado desde la entrada en los juzgados, uno de cuyos ejes han sido las desinversiones. La empresa, controlada por la familia Domènech, se ha deshecho de sus participaciones en sus filiales de Sri Lanka y Tailandia. Según el comunicado remitido a la CNMV, todas las filiales de la compañía se han visto beneficiadas por el aumento de la confianza en la empresa. Durante los nueve primeros meses del año, Dogi ha registrado un resultado bruto de explotación (ebitda) de 447.000 euros, lo que representa una evolución positiva respecto al primer semestre, cuando el beneficio neto también fue positivo pero el ebitda se mantuvo en rojo.Las ventas de Dogi en los nueve primeros meses del ejercicio 2010 han alcanzado los 48,15 millones de euros, un millón de euros menos que en el mismo periodo de 2009 como consecuencia de las desinversiones. En el caso de la filial china, el incremento de las ventas se ha situado en el 41%, lo que confirma, según la empresa, el cumplimiento de las previsiones de crecimiento, igual que en la filial americana. Tras las desinversiones, Dogi está configurada por la matriz europea y por las filiales china y americana. A principios de noviembre, la junta de accionistas de Dogi dio luz verde a una reducción de capital en 13,1 millones de euros con el objetivo de restablecer su equilibrio patrimonial. Las medidas implementadas hasta ahora y la concesión de un préstamo por parte del Institut Català de Finances (la agencia crediticia de la Generalitat catalana) hacen que Dogi asegure que no requerirá la inyección de nuevos recursos hasta 2012, cuando tiene previsto recurrir al mercado para ampliar capital en ocho millones de euros. En mayo de 2009, Dogi se vio abocada al concurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas y entró en los juzgados con un pasivo de 42 millones de euros, 28 millones de los cuales correspondían a compromisos con la banca. A cierre de 2009, las pérdidas de Dogi ascendieron a 39,3 millones de euros y, ahora, la compañía tiene previsto cerrar 2010 en positivo, lo que representaría un hecho histórico para Dogi.