Dogi recorta sus pérdidas un 28% en plena negociación para salvar la empresa

La textil catalana Dogi, especializada en la fabricación de tejido de punto elástico, sigue reconduciendo sus resultados. La compañía ha cerrado los nueve primeros meses del año con unas pérdidas de 4,43 millones de euros, lo que representa un descenso del 28% respecto a los números rojos de 6,14 millones de euros del mismo periodo de 2011. En paralelo, el grupo mantiene negociaciones “con los principales acreedores para acometer un plan que permita la supervivencia”, según ha informado a la CNMV.

Las ventas de Dogi, controlada por la familia Domènech, se han situado entre enero y septiembre en 30 millones de euros. Tras el proceso de desinversiones acometido durante los últimos años, la textil cuenta con sólo dos divisiones productivas: España y Estados Unidos. En España, las ventas se han elevado un 4,63% en el periodo, mientras Dogi Efa las ha reducido un 8,94%.

“La debilidad de la demanda en los mercados español y francés, se ha visto compensada por la transferencia a la planta de España del negocio de la planta en China”, ha explicado la compañía a la CNMV. En septiembre de 2011, el Gobierno chino expropió al grupo su fábrica en el país. La instalación cesó su actividad el pasado mayo y el proceso de desmantelamiento se completó en agosto. “Podemos confirmar que se ha recibido el pago de los tres plazos previstos para liquidar la indemnización y se han vendido y cobrado los activos productivos por un valor de aproximadamente dos millones de euros”, sostiene la compañía.

Dogi Efa ha entrado en pérdidas entre enero y septiembre, con un resultado operativo (ebitda) de 41.000 dólares, en comparación con los 1,28 millones de dólares que ganó hasta septiembre de 2011. La unidad española, por su parte, ha concluido los tres primeros trimestres del ejercicio con un resultado operativo negativo de 1,3 millones de euros, con una reducción del 25,9% respecto a los 1,7 millones de euros negativos de 2011.

En la presentación de resultados del tercer trimestre, la textil ha advertido de que “Dogi España sigue presentando una situación de tesorería muy tensa”. Según la empresa, “el crecimiento de ventas no permite todavía tener una generación positiva de caja suficiente para atender a sus pagos”.

“Junto con el plan de ahorros operativos, existían dos grandes medidas absolutamente necesarias para la viabilidad de la compañía: la renegociación de la deuda concursal y la entrada de capital en la compañía”, señala Dogi.

Además de encontrarse en “conversaciones con los principales acreedores para acometer un plan que permita la supervivencia de la compañía”, Dogi asegura que está en negociaciones “para afrontar tanto una ampliación de capital como la entrada de un posible inversor”.