Empresa

Dogi negocia ‘in extremis’ un acuerdo para salvarse con la entrada de la Generalitat

Silvia Riera

4 ene 2013 - 05:00

Dogi obtiene el apoyo de la Generalitat de Cataluña. Avançsa, la sociedad que agrupa las participaciones industriales de la Administración catalana, ha dado el visto bueno a la concesión de un crédito participativo a la compañía textil, sujeto a la entrada de un inversor externo de carácter no especulativo, según han confirmado a Modaes.es la dirección y el comité de la empresa. Dogi debía encontrar una solución a sus problemas de liquidez antes de finalizar 2012 para poder hacer frente al pago de su deuda.

 

Avançsa ha realizado un informe en el que valora de manera positiva la evolución del grupo y da su conformidad a la concesión de un crédito participativo, siempre y cuando vaya en paralelo de la entrada de un nuevo accionista que sea del agrado de la Generalitat. El Gobierno catalán quiere que su apoyo garantice la continuidad de la actividad del fabricante textil, que tiene su sede en El Masnou (Barcelona).

 

El director general de Dogi, Ignasi Mestre, recuerda que la entrada de Avançsa dependerá asimismo de este eventual inversor, que la compañía sigue buscando para garantizar su solvencia.

 

La textil catalana, especializada en la fabricación de tejido de punto elástico, necesita entre ocho millones y diez millones de euros para asegurar su viabilidad. Para ello, el grupo controlado por la familia Domènech explora todas las vías posibles, desde la entrada de un accionista a la venta de activos.

 

La Generalitat catalana ya ha apoyado a Dogi en el pasado. El Instituto Catalán de Finanzas (ICF), órgano crediticio de la Administración catalana, concedió varios préstamos al grupo: 14 millones en 2003 y 8,5 millones en 2008. En mayo de 2009, cuando Dogi entró en concurso, la deuda pendiente con la Generalitat rondaba los 15 millones de euros.

 

En paralelo a la búsqueda de nuevos socios, la compañía sigue negociando in extremis con los acreedores un acuerdo para aplazar el pago de la deuda concursal, que venció el pasado 31 de diciembre. La empresa textil propone posponer el pago a los meses de mayo o junio, cuando prevé cobrar la indemnización del Gobierno chino por la expropiación de su antigua planta en este país.

 

La compañía negocia también con los acreedores una quita mayor de la acordada en el convenio concursal que permitió a Dogi salir de la antigua suspensión de pagos en julio de 2010.

 

“Por el momento, los acreedores no han reclamado el pago de la deuda, pero esto no significa que no lo exijan mañana”, asegura Mestre. El directivo explica que las negociaciones continúan y que, por el momento, no se ha suscrito ningún acuerdo en firme con los acreedores.

 

La renegociación de los plazos de la deuda concursal es uno de los cuatro pilares estratégicos de Dogi para garantizar su supervivencia. Otro de los ejes, la reducción del gasto, ya se ha efectuado. Según Mestre, a lo largo de 2012 la compañía logró ahorrar los 2,5 millones de euros previstos.

 

Las otras dos líneas estratégicas son, por un lado, conseguir aumentar los ingresos, y, por otro, la búsqueda de un inversor externo.

 

Entre enero y septiembre, las ventas de Dogi fueron 30 millones de euros. Tras el proceso de desinversiones acometido durante los últimos años, la textil cuenta con sólo dos divisiones productivas: España y Estados Unidos. En España, las ventas se elevaron un 4,63% en el periodo, mientras Dogi Efa las redujo un 8,94%.