Empresa

Destrozos en la fábrica de Caramelo tras la ruptura de las negociaciones

12 jun 2009 - 00:00

Empeoran las cosas en el conflicto abierto en Caramelo por el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la compañía. Ayer, algunos trabajadores de la empresa causaron daños y en el mobiliario y las instalaciones de la planta de A Coruña, en protesta por los despidos. La compañía señaló que los destrozos son "serios e importantes", aunque todavía no están cuantificados, y anunció una denuncia contra sus causantes. La plantilla del grupo de moda mantenía ayer una concentración indefinida en la fábrica, después de que se finalizara sin acuerdo una nueva reunión entre los sindicatos y la dirección de la compañía sobre el recorte de 237 empleos. Fuentes del comité de empresa opinaron que la reacción de los trabajadores es lógica, fruto de la "desesperación" y la situación de fuerte tensión que se vive en la fábrica.Por su parte, fuentes de la empresa alertaron de que será difícil superar la situación si los trabajadores "no creen" en la compañía, que está controlada por el empresario Manuel Jové, a través de la sociedad Inveravante, desde finales del año pasado. Por otro lado, los trabajadores de la fábrica reclamaron la mediación de la Xunta de Galicia en las negociaciones entre la empresa y los sindicatos, que acusan a la dirección de Caramelo de "boicotear" el diálogo con una posición inamovible. La semana pasada parecía haberse abierto una vía de solución al conflicto después de que la empresa dejase la puerta abierta a prejubilaciones y bajas incentivadas para reducir el número de despidos forzosos. La compañía ofreció prejubilaciones para los empleados de entre 56 y 61 años e indemnizaciones de treinta días de salario por año trabajado para las bajas incentivadas. El recorte de personal forma parte de un plan global para reducir costes en 22 millones de euros con el objetivo de sacar a la compañía de los números rojos. Caramelo posee las marcas Caramelo, Caramelo Jeans y Antonio Pernas, y en 2008 registró unas pérdidas de 29,9 millones de euros.