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Decathlon abre en Valencia, Cantabria y Barcelona para alcanzar 170 tiendas en España

El grupo galo de moda y equipamiento deportivo pondrá en marcha en el último trimestre del año nuevos establecimientos en las localidades de Sagunto (Valencia), Torrelavega (Cantabria) y Esplugues de Llobregat (Barcelona).

Guillermo G. Recio

28 sep 2018 - 04:44

Decathlon abre en Valencia, Cantabria y Barcelona para alcanzar 170 tiendas en España

 

 

Decathlon encara el último trimestre con tres aperturas en España. El gigante galo de la distribución deportiva alcanzará las 170 tiendas operativas en el país a cierre del ejercicio, tras la próxima apertura de tres nuevas tiendas en Valencia, Cantabria y Barcelona, según ha adelantado Palco23.

 

Este otoño, la empresa ya ha subido la persiana en Sagunto (Valencia) de un establecimiento, ubicado en el Parque Comercial VidaNova Parc, a las afueras del municipio. El punto de venta cuenta con una superficie 2.233 metros cuadrados. La ubicación escogida está entre las dos grandes ciudades de Valencia y Castellón, donde Decathlon tiene presencia con más de dos tiendas por urbe.

 

En noviembre vendrán las aperturas en Torrelavega (Cantabria) y Esplugues de Llobregat (Barcelona). En el mercado cántabro, el establecimiento estará en el área de Ganzo, mientras que el de Barcelona se ubicará en el nuevo centro comercial Finestrelles, que se encuentra en una de las principales vías de acceso a la capital catalana.

 

 

 

 

Con estas tres aperturas, Decathlon alcanzará los 170 puntos de venta en España, por lo que seguirá siendo uno de los principales mercados de la compañía en todo el mundo. De hecho, en número de tiendas solo está por detrás de Francia y China. En términos de facturación, la empresa cerró 2017 con un crecimiento del 4,5% en el paíshasta 1.712 millones de euros, solo por detrás de su mercado original.

 

Decathlon, propiedad de la familia Mulliez, prevé seguir creciendo en el país en los próximos años. Entre 2021 y 2023, la compañía estima alcanzar 2.000 millones de euros en ventas anuales en España. Sin embargo, la empresa ha decidido echar el freno a los puntos de venta bautizados como Decathlon City durante el último año, después de que entre 2015 y 2017 llegaran al centro de las grandes ciudades españolas con un formato reducido.

 

A nivel global, Decathlon creció un 10% en 2017, aupada sobre todo por su expansión en el extranjero. El año pasado, el grupo alcanzó una cifra de negocio de 11.000 millones de euros, mil millones más que el año anterior, además de contar con más de 1.350 tiendas y más de 85.000 empleados a escala global. Durante el año pasado, el grupo galo regresó al mercado estadounidense y desembarcó en Australia, Israel, Irlanda y Corea del Sur. Además, en Suiza, la empresa ha adquirido recientemente al competidor local Athleticum.

 

 

 

 

Pero más allá de su crecimiento en ventas y en presencia física, los esfuerzos de la multinacional durante 2018 se han centrado en crear nuevas marcas propias. La última en ver la luz ha sido Atorka, especializada en balonmano, un deporte que hasta ahora estaba incluido dentro de la marca Kipsta, que englobaba a todos los deportes de colectivos. En la misma línea, Decathlon también ha emancipado el voleibol y el baloncesto de esta firma mediante la creación de las firmas Allsix y Tarmak, respectivamente.

 

Todos estos cambios se producen un año después de que la compañía iniciase una revisión de su cartera de marcas, apostando por operar con una firma por cada disciplina. En 2017, Decathlon adelgazó la oferta de Tribord con el lanzamiento de Itiwit, especializada en productos para el paddle surf y el kayak. El grupo también anunció que su colección de rugby saldría de Kipsta para convertirse en una nueva marca en 2018, cuyo nombre será Offload.

 

Y esta nueva estrategia es la que ha llevado a dimitir por divergencias estratégicas a Matthieu Leclercq, presidente del consejo de vigilancia del grupo desde 2012 e hijo del fundador Michel. El ejecutivo se opuso a la decisión de los accionistas mayoritarios de Decathlon, la familia Mulliez (propietaria del 45,5% del capital, frente al 44,5% que posee la familia Leclercq), de no seguir vendiendo marcas internacionales como Nike, Adidas o Puma, para enfocar la estrategia del grupo en las enseñas propias, como Quechua o Tribord.