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De Dior a Chanel, el lujo ‘saca brillo’ a España y dispara sus ventas a doble dígito apoyado en el turismo

Iria P. Gestal

15 mar 2016 - 04:43

Loewe

 

España brilla en las cuentas del lujo. En los últimos años, el mercado español ha ganado peso en los planes de expansión de las empresas internacionales de lujo, que han acudido a España atraídos por el flujo de turistas ávidos de compras, con dos ciudades (Madrid y Barcelona) entre las veinte urbes del mundo donde más desembolsan los viajeros internacionales. Esta firme a apuesta, que ha ido en aumento en los últimos dos años, se refleja también en las cuentas de resultados. De Hermès a Dior, pasando por Chanel, LVMH, Max Mara, Ralph Lauren o Gucci, todos los grandes operadores del lujo con presencia en España han engrosado su negocio en el país en los últimos años, algunos incluso a ritmos de doble dígito. 

 

“España, como parte de Europa, es un mercado atractivo para el lujo internacional por varios factores”, explica a Modaes.es el directivo de una compañía española del sector. “Lo que está explicando el aumento de las ventas es el nuevo perfil del cliente del lujo a nivel internacional –añade–; una parte muy significativa viene por los clientes asiáticos, sobre todo los chinos, que han aumentado mucho en los últimos dos años”.

 

Las mayores facilidades para viajar, el crecimiento de la economía china y las diferencias de precios entre Europa y Asia han reforzado el tráfico de turistas del gigante asiático a Europa y, en consecuencia también a España. Además, en los últimos años a estos factores se ha añadido la revalorización del yuan, que ha aumentado notablemente el poder adquisitivo de los viajeros chinos en Europa.

 

El aumento de los turistas procedentes del gigante asiático ha compensado en España la menor afluencia de los viajeros rusos, también habituados a las compras, que solían priorizar a España en sus viajes a Europa por la combinación de turismo de compras y de sol y playa.

 

Pero no sólo de extranjeros vive el turismo en España. El cliente nacional también está recuperando el aliento y comienza a engrosar su aportación a la facturación de las compañías de lujo. “El 60% de nuestras ventas provienen de extranjeros y el 40% del cliente nacional”, explica la misma fuente.

 

 

 

 

“La crisis se ha notado sobre todo en España, en otros países las compañías de lujo también seguían creciendo entre el cliente local”, añade. “Muchas veces se dice que al lujo no le afecta la crisis, pero no es así; el mercado local es una pirámide en la que hay clientes con poder adquisitivo altísimo, que siguen consumiendo durante la crisis, pero también otros a los que sí les ha afectado, que antes compraban dos o tres veces, y ahora nos compran una o ninguna”, concluye.

 

Una de las compañías que más ha crecido en los últimos años en el mercado español ha sido Dior. En 2014, la compañía francesa, propiedad de Bernard Arnault, incrementó sus ventas en el país un 27,16%, según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil. La compañía, que emplea a 27 personas en España, cerró el ejercicio con una facturación de 10,94 millones de euros y un resultado neto de 1,24  millones de euros.

 

En febrero de 2014, Christian Dior inyectó 13 millones de euros en su filial española mientras ultimaba la búsqueda de un local en Barcelona. Finalmente, el grupo eligió el número 74 de Paseo de Gracia para abrir su tercera tienda en el mercado español, que se suma a las que la enseña tiene en Madrid y Puerto Banús.

 

Las otras dos principales firmas francesas de lujo, Chanel y Hermès, también arrojan resultados similares. Con una red de tiendas muy reducida en el mercado español, Chanel cerró 2015 con un incremento en su resultado neto del 18,55%. Chanel S.A., la sociedad con la que la firma francesa opera en España, se constituyó en 1988 y su actividad comprende la compra y venta de relojes, productos de moda, cosmética y perfumes, de donde obtiene el grueso de sus ingersos.

 

Chanel cuenta con dos tiendas en España, en Madrid y Barcelona, y está presente en una red de puntos de venta multimarca donde distribuye sus líneas de óptica, joyería, relojería y cosmética.

 

 

 

 

Para Hermès, en cambio, el comercio de productos textiles, prendas de vestir y calzado es su principal actividad en el mercado español. La compañía cerró 2014 con una cifra de negocio de 41,39 millones de euros, un 9,75% más que el año anterior. De ellos, el 52% provino de la venta de bolsos, que facturó 21,56 millones de euros, frente a los 20,05 millones de un año atrás, según las últimas cuentas de la sociedad Hermès Ibérica depositadas en el Registro Mercantil. La filial, que emplea a 72 personas, también ha ampliado sus fondos propios un 14,66%, hasta 10,17 millones de euros.  

 

Otra de las compañías que más ha engrosado su cifra de negocio en el mercado español en los últimos años ha sido Gucci. El grupo italiano, propiedad del conglomerado Kering, disparó su facturación un 24,20% en 2014, hasta 28,75 millones de euros. El resultado neto de la filial, que emplea a 62 personas, ascendió a 1,73 millones de euros, un 7,46% más que el año anterior.

 

Por su parte, el conglomerado LVMH, el mayor grupo de lujo del mundo, está presente en el mercado español con firmas de moda como Louis Vuitton, Loewe o Marc Jacobs, además de con otras enseñas de licores, perfumes y joyería. En particular, la sociedad LVMH Relojería y Joyería España, que opera en estas dos categorías, cerró 2014 con ventas por valor de 23,20 millones de euros, un 2,81% más que en el ejercicio anterior.

 

 

Chanel

 

 

En cambio, el grupo fue uno de los pocos que redujo su beneficio en España durante 2014, hasta 344.000 euros, un 46% menos que el año anterior. La filial atribuye esta disminución “al aumento de las dotaciones contables por devoluciones de productos” debido a que, durante 2014, LVMH llevó a cabo un proceso de recompra de productos obsoletos a sus clientes.

 

Otra de las compañías que contrajo su beneficio en España durante 2014 fue Hugo Boss, que registró un resultado neto de 6,68 millones de euros, un 9,62% menos que el año anterior, aunque incrementó sus ventas un 13,69% hasta superar los 82,33 millones de euros. La evolución de su cifra de negocio en el mercado español fue superior a la registrada por el grupo en todo el mundo, que se elevó un 6% en 2014.  

 

Las dos únicas filiales que se encuentran en pérdidas son la de Stella McCartney y Max Mara. La compañía británica cerró 2014 con un resultado neto negativo de 502.970 euros y precisa que “la previsión a medio plazo es que la sociedad seguirá generando pérdidas en su cuenta de resultados”. Con todo, la cifra de negocios de la compañía sí registró una evolución muy positiva. La filial de Stella McCartney en España duplicó su facturación durante 2014, hasta 3,29 millones de euros.

 

Por su parte, la sociedad Max Mara España cerró 2014 con unas pérdidas de 735.578 euros, algo menos que el año anterior, y una facturación de 25,65 millones de euros, un 10,15% más que el año anterior. La compañía ha apostado por España como uno de sus mercados clave en su crecimiento internacional.

 

En 2014, llevó a cabo una ampliación de capital de dos millones de euros en su filial española para seguir impulsando sus planes en el mercado español, con lo que el capital suscrito de la sociedad quedó fijado en cuatro millones de euros. La compañía tiene tiendas en Alicante, Barcelona, Bilbao, Granada, Madrid, Sevilla, Sevilla, Santa Cruz de Tenerife, Valencia, Valladolid y Zaragoza.

 

También Montblanc, perteneciente al Grupo Richemont, contrajo su resultado neto en España durante el ejercicio 2014, cerrado el 31 de marzo de 2014. La filial facturó 20,38 millones de euros, frente a los 20,94 millones de euros del año anterior. La compañía generó el 74% de su cifra de negocio en el mercado español y el resto en Portugal. Montblanc entró en pérdidas en España durante ejercicio, con un resultado neto negativo de 1,87 millones de euros.

 

La filial, que trasladó su sede de Barcelona a Madrid en 2014, se constituyó en enero de 1993 y tiene como actividad principal la comercialización y distribución de instrumentos de lujo para la escritura, además de bisutería, joyería, relojería, cuero y marroquinería.

 

Ralph Lauren dejó atrás los números rojos en España en 2014, pasando de pérdidas de 16.464 euros en 2013 a concluir el año siguiente con un beneficio de 537.207 euros. Las ventas de la filial ascendieron a 2,82 millones de euros, un 3,43% más que el año anterior. A diferencia del resto de filiales abordadas hasta el momento, cuyos ejercicios coinciden con el año natural, la filial de Ralph Lauren en España cerró el ejercicio 2014 el 31 de marzo de 2015.

 

 

 

 

Con todo, España todavía tiene mucho por hacer para continuar ganando atractivo en el mapa internacional del lujo. “Es cierto que Madrid y Barcelona están entre las capitales europeas, también para las compras de lujo, pero no al nivel de París, Milán o Londres”, explica un ejecutivo del sector. A menudo, los expertos y directivos del sector acusan la falta de conectividad aérea del país con capitales asiáticas, y la burocracia impuesta a los turistas extranjeros que quieren acceder al país.

 

Pese a esto, la apuesta del lujo internacional por España no para de aumentar. Según el informe Luxury Briefing, elaborado por la consultora inmobiliaria Cushman&Wakefield, el sector estimaba cerrar 2015 con unas ventas de 5.500 millones de euros, un 6% más que el año anterior, apoyado en el aumento del turismo.

 

Durante 2014, 32 operadores escogieron Madrid para instalar nuevas tiendas de lujo, que sumaron cerca de 11.200 metros cuadrados de superficie contratada. Versace, Swarvosky, Chanel, Brunello Cucinelli o Bulgari son algunas de las compañías que, entre 2014 y 2015 reforzaron su presencia en la capital.

 

En Barcelona, subieron la persiana 25 nuevas tiendas de lujo en 2014, con un total de 9.600 metros cuadrados. Entre 2014 y 2015 abrieron nuevos establecimientos North Sails, Pinko, La Perla y Christian Dior, entre otras. Entre las últimas operaciones que se han dado a conocer destaca el desembarco en España de Céline, propiedad de LVMH