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De Chicfy a Kid to Kid: la moda se suma al efecto Wallapop

La Red propicia el nacimiento de nuevas plataformas que buscan un nicho que se estima que genera unas ventas de 16.000 millones de dólares en Estados Unidos.

Amelia Pijuán

21 nov 2016 - 04:57

De Chicfy a Kid to Kid: la moda se suma al efecto Wallapop

 

 

La moda, además de estrenarse, se reutiliza. Lo han hecho posible compañías como Wallapop, Percentil, Chicfy o Closket, entre muchas otras. Todas ellas comparten un mismo denominador común: están especializadas en la compraventa de artículos de moda de segunda mano, se apoyan en el canal online para desarrollar su negocio y son hijas de la crisis económica.

 

El mercado de compraventa de moda en España se ha asentado con fuerza en el país, especialmente durante la crisis económica, momento en el que los negocios de economía colaborativa empezaron a florecer en el entramado empresarial. Ante esta situación, muchas compañías empezaron a abanderar la reutilización y el reciclaje de productos de moda, al mismo tiempo que el consumidor comenzó a abandonar sus reticencias sobre los productos de segunda mano. En Estados Unidos, donde el mercado de segunda mano se encuentra más arraigado, se estima que las ventas de las prendas reutilizadas alcanzaron los 16.000 millones de dólares (15.128,6 millones de euros), según Business Insider.


Aunque Wallapop no fue el primero en llegar, su impacto transformó la percepción de los usuarios sobre el negocio de la compraventa de segunda mano. Si bien grupos como Vibbo o Milanuncios.com, e incluso Ebay, llevaban ya varios años afincados en el mercado español, Wallapop facilitó a muchos usuarios la compraventa de productos a través de una sencilla aplicación móvil. La empresa, fundada en 2013, cuenta ya con más de ocho millones de usuarios activos que tienen la posibilidad de poner a la venta o adquirir cualquier tipo de producto, desde una bicicleta hasta unos stilettos de Zara.

 

 

La crisis económica acompañó también al nacimiento de empresas españolas de moda de segunda mano como Closket, Chicfy o Percentil. “Este tipo de fórmulas sirve para monetizar prendas que ya no tienen rentabilidad”, afirma Cristina Sainz, cofundadora de Closket. La empresaria puso en marcha, junto a su hermana Katy, una plataforma online de compraventa de segunda mano de Madrid.

 

Ambas empresarias eran propietarias de un comercio multimarca cuando se dieron cuenta de que “el ciclo de vida de las prendas de sus clientas era muy corto”. Ante esta situación, las hermanas Sainz se pusieron manos a la obra y fundaron Closket a finales de 2013. “Lo bueno del mercado de segunda mano es que no choca con el negocio de la primera mano, porque muchos clientes venden su ropa para volver a invertir en moda”, afirma Cristina Sainz. En la actualidad, la compañía cuenta con 45.000 usuarios.

 

Pese a que el consumo colaborativo y el reciclaje son algunas de las premisas que rigen este negocio, la rentabilidad también es uno de los factores a tener en cuenta. “Los comercios de segunda mano funcionamos mejor durante la crisis porque la gente tiene nuevas necesidades y gasta el dinero en otras cosas”, afirma Diego Madaleno, que se encuentra al frente de la primera tienda de Kid to Kid en España.

 

 

Los orígenes de Kid to Kid se remontan a 1992 en Estados Unidos. La empresa nació de la necesidad de la familia estadounidense Sloan, padres de seis hijos, de restringir sus gastos y rentabilizar la ropa de los niños. La compañía se extendió rápidamente por Estados Unidos y Canadá, donde actualmente cuenta con 103 tiendas, y más tarde llegó a Portugal, mercado en el que opera con 24 establecimientos. Kid to Kid acaba de desembarcar en Madrid con una franquicia y planea abrir unos sesenta puntos de venta en España.

 

“Si bien es cierto que los padres no están muy acostumbrados a comprar artículos de segunda mano para sus hijos, creemos que en los próximos meses veremos una gran aceptación, tal y como ocurrió en Portugal”, explica Madaleno.

 

La moda infantil de segunda mano es un nicho de mercado que está atrayendo a varios empresarios. Además de Kid to Kid, el mercado español acaba de dar la bienvenida a Pequefy, una empresa especializada en la moda infantil de segunda mano fundada por los impulsores de Chicfy y que, a diferencia del grupo estadounidense, basa su negocio en la plataforma online.

 

 

Chicfy, impulsora de Pequefy, vio la luz en Granada en febrero de 2013. Sus fundadores, Nono Ruiz y Laura Muñoz, empezaron con una inversión de 5.000 euros y pusieron en marcha una plataforma virtual que a día de hoy ya ha cerrado dos rondas de financiación, la primera de 60.000 y la segunda de 360.000 euros, con la que dio entrada en su capital al fondo Cabiedes&Partners.

 

El auge del canal online ha permitido que muchas de estas compañías crecieran sin límites. La estadounidense Nasty Gal fue una de las primeras empresas en forjar un imperio a partir de la venta online de ropa de segunda mano. La compañía, que fue fundada en 2006 por Sophia Amoruso, dio sus primeros pasos en la Red a través de una pequeña tienda en Ebay.

 

Con los años, la empresa llegó a introducir prendas nuevas en su oferta. Una década después de su fundación, Nasty Gal es una plataforma de ecommerce cuyas ventas se estiman en 300 millones de dólares. En estos momentos, la empresa se encuentra en horas bajas tras solicitar el concurso de acreedores en Estados Unidos a inicios de noviembre.

 

 

Tres años después de la fundación de Nasty Gal, nació Vestiaire Collective. La compañía gala, especializada en la venta de artículos de lujo de segundo mano a través de la Red, aterrizó en 2015 en el mercado español con una plataforma específica. El grupo, que hasta el momento ha captado 36 millones de euros en cinco rondas de financiación, compite en el mercado con grupos internacionales como The Real Real o High Society.

 

La evolución de muchas de estas plataformas online ha despertado el interés de más de un inversor. Es el caso de la catalana 21 Buttons, que ha creado una red social en la que el usuario puede colgar una foto con un look y, con un doble click, ser adquirido por cualquier persona. El grupo cerró una ronda de financiación de medio millón de euros el pasado abril, una inyección con la que los empresarios tienen previsto extender su negocio a mercados como Europa o Estados Unidos.

 

La madrileña Percentil es otra de las plataformas de ecommerce de venta de prendas de segunda mano que el año pasado levantó 3,2 millones de euros en una ronda de financiación. En febrero, la empresa dio entrada a su accionariado al fondo de capital riesgo Seaya Ventures y anunció que prevé cerrar el año con unas ventas de diez millones de euros.

 

Segundalia, Iwarda, It&Vip, Ya no me lo pongo o Secretos de armario son otros de los marketplace especializados en la compraventa de artículos de moda de segunda mano que operan en el mercado español.