Empresa

Custo y Desigual: el caso de la demanda perdida

22 jul 2009 - 00:00

El pasado julio, la única firma de moda española que desfila anualmente en la New York Fashion Week sorprendió al sector con una inesperada noticia. Custo Barcelona anunció una demanda contra la cadena catalana Desigual. Un año después, en los juzgados de Barcelona no han recibido ninguna noticia de dicha demanda y las dos compañías dan la callada por respuesta. Desde Custo Barcelona, liderada por los hermanos Custodio y David Dalmau, aseguran que la compañía ya ha olvidado el asunto y lo ha puesto en manos de sus abogados. En Desigual, gestionada por Manel Adell, director general de la empresa, están a la espera de que la medida legal se haga realidad, aunque ya en julio del año pasado dieron a conocer su intención de contraatacar. Según había explicado Custo Dalmau, "es un caso de copia sistemática y reiterada de un proyecto global para aprovecharse de la creatividad y de la filosofía de una marca como la nuestra". Desigual optó por negar rotundamente dichas acusaciones y remitirse a sus orígenes para comprobarlo.Desigual nació en los ochenta de la mano del empresario suizo Thomas Meyer. Tras unos años de éxito, la marca cayó en el olvido y, a principios del siglo XXI, Meyer decidió dar un giro a la empresa. Fue entonces cuando Adell se incorporó al grupo, que se ha convertido en uno de los casos de éxito de la distribución textil española de los últimos años. Los orígenes de Custo Barcelona se sitúan también en los ochenta, cuando los hermanos Dalmau decidieron olvidar una primera etapa de la mano de un socio industrial (Meyba) y la marca Custo Line para darse a conocer en Estados Unidos. Custo ha basado su crecimiento en las camisetas y el grafismo, una de las herramientas que también ha utilizado Desigual. Otro de los elementos comunes en las dos marcas es el uso del patchwork en las prendas de abrigo, que según ha expresado Adell públicamente, se utilizan en Desigual desde 1984. El departamento de diseño de Custo Barcelona está dirigido por Custo Dalmau y el de Desigual, por Thomas Meyer.De todos modos, no es la primera ocasión en que Custo muestra su descontento por la estrategia emprendida por otras compañías. La empresa mostró su desaprobación cuando se hicieron públicas las negociaciones entre Mango (la primera cadena europea de moda por presencia internacional) y el Ayuntamiento de Barcelona para utilizar el nombre de la ciudad, que han derivado en un acuerdo formalizado el pasado septiembre. Los hermanos Dalmau plantaron cara también al portal de ventas online eBay por la distribución de productos falsificados. A la espera de que Custo deposite en los juzgados la denuncia, fuentes del sector coinciden en que, si finalmente no se hace realidad, el anuncio habrá servido a Custo como estrategia publicitaria. La compañía catalana lleva más de dos años inmersa en la búsqueda de un socio que le aporte los recursos necesarios para continuar creciendo. Con una treintena de tiendas propias en España, Estados Unidos, Francia e Italia, Custo ha afirmado públicamente que busca un socio industrial, pero ha admitido acercamientos a grupos de capital riesgo y a gigantes del lujo, como el grupo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH). De hecho, el mandato de la operación fue encargado a la compañía madrileña Socios Financieros. Desigual, por su parte, ha iniciado una etapa de crecimiento y acaba de abrir su primer establecimiento en Nueva York, ubicado en el barrio del Soho.