Confecciones Guerral traza su plan de viabilidad para salir del concurso de acreedores

Confecciones Guerral da el primer paso para abandonar el proceso concursal. La compañía ha entregado su propuesta de convenio al administrador concursal y está a la espera de que se convoque la junta de acreedores para negociarlo, según La Voz de Galicia.

La empresa gallega, con sede en Lalín (Pontevedra), presentó a finales de agosto concurso voluntario de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra. La compañía entró en los juzgados con un pasivo de 2,4 millones de euros. La empresa facturó 2,9 millones de euros en 2011, según los últimos datos disponibles en el Registro Mercantil.

Confecciones Guerral, que justificó la solicitud de concurso por el descenso de las ventas, acusaba también una fuerte tensión en la cúpula directiva. En las últimas juntas de accionistas celebradas en 2013 y principios de 2014, se pusieron a examen las retribuciones de todos los miembros de la familia Guerra y sus funciones en la empresa, además de avanzar las negociaciones entre las socias y su repercusión en las mercantiles.

La compañía, fundada por Manuel Guerra y su mujer, Amelia Lalín, en la década de los sesenta, está liderada en la actualidad por su hija Ángeles Guerra. La empresa, que mantiene la actividad, cuenta en la actualidad con una plantilla de cuarenta trabajadores.