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Confecciones Guerral, en la recta final de la liquidación: abre la puja por los activos

La compañía textil, con sede en Lalín (Pontevedra), entró el pasado octubre en concurso de acreedores por segunda vez en su historia, tras fracasar el plan de expansión con retail puesto en marcha a finales de 2015, cuando abandonó su primer proceso concursal.

Modaes

19 jun 2018 - 04:37

Guerral, otra gallega a liquidación: regresa a los juzgados dos años después

 

 

Confecciones Guerral, un paso más cerca de la liquidación. La compañía textil, con sede en Lalín (Pontevedra), ha abierto la puja para recabar ofertas por las existencias de la empresa, según han confirmado fuentes cercanas al proceso a Modaes.es. El grupo entró en concurso de acreedores por segunda vez en su historia el pasado octubre, apenas dos años después de abandonar su primer proceso concursal.

 

La puja por los activos de Confecciones Guerral permanecerá abierta hasta el próximo 22 de junio. Una vez recopiladas todas las ofertas, se comunicará a todos los participantes el importe de la más alta, junto con una fecha límite para realizar contraofertas.

 

En caso de que la mejor oferta no supere el 50% del valor del activo, esta será comunicada al Juzgado que instruye la causa para que lo comunique al resto de participantes en la puja. Entonces se abrirá un plazo de cinco días para que estos tengan la oportunidad de mejorar su oferta inicial por la empresa.

 

 

 

 

Guerral solicitó concurso el pasado octubre en el juzgado número 2 de lo mercantil de Pontevedra. Entonces, el juez procedió a cesar del cargo de administradores a Ángeles Guerra Lalín y Francisco Guerra, al tiempo que nombró a un administrador concursal.

 

La entrada en los juzgados supuso un varapalo al plan de retomar la expansión puesto en marcha a finales de 2015, justo después de abandonar su primer concurso. Aunque el negocio de Guerral se apoyaba tradicionalmente en el canal multimarca, la empresa elaboró entonces una estrategia que pasaba por recuperar cuota de mercado a través de retail con aperturas en España. Entonces, la compañía gallega operaba con dos tiendas en el país, una en Pamplona y la otra en Santiago de Compostela.

 

La nueva hoja de ruta emprendida por Guerral también contemplaba regresar al mercado británico, donde ya operó en el pasado. El grupo también tenía presencia en otros países como Portugal, Francia y México.

 

 

 

 

Confecciones Guerral echó a andar en la década de los sesenta del siglo pasado de la mano de Manuel Guerra y su mujer, Amelia Lalín. En los últimos años, el negocio estaba pilotado por la segunda generación de la familia fundadora, representada por las hermanas Ángeles y Milagros Guerra. Ambas directivas contaban con una participación del 50% en el capital de la compañía.

 

La empresa cerró el ejercicio 2011 con una facturación de 2,9 millones de euros, según los últimos datos disponibles. Guerral, que no llegó a aprobar las cuentas del ejercicio 2012, estuvo durante años inmersa en un conflicto accionarial hasta que solicitó concurso en agosto de 2014.

 

 

Ola de concursos en el textil gallego

Pese a que la situación macroeconómica en España ha mejorado en los últimos años, el sector textil en Galicia ha experimentado en los últimos años una nueva oleada de cierres.  La primera de las compañías afectadas fue la antigua Montoto, cuya matriz Géneros de Punto Montoto entró en liquidación en la primavera de 2012.

 

En octubre de 2014 se aprobó el plan de liquidación de El Secreto del Mar, fundada en 2002 y propietaria de la marca El Niño, que llegó a operar con 800 puntos de venta multimarca en el país. Menos de un año después, en junio de 2015, la también gallega Textilmendo, dueña de la firma de moda TMX, encaró su fase de disolución apenas dos meses después de entrar en concurso.

 

Viriato, con sede en Boiro y propietaria de la licencia de moda femenina de Pertegaz, corrió mayor suerte que los grupos anteriores. En diciembre del año pasado, la empresa fue rescatada de los juzgados por Jealfer, que la adquirió por 102.000 euros. De la mano de su nuevo dueño, Viriato ha emprendido una nueva etapa con la presencia en ferias sectoriales como Momad para reconstruir la confianza de los antiguos clientes y recuperar la red de tiendas con la que operaba hace unos años. El propietario de Jealfer es el dueño de la licencia de Pertegaz mujer.