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Carrera y Carrera, a las puertas del concurso

Según fuentes cercanas a la empresa, la firma de joyería habría presentado ya preconcurso y realizado un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción.


Iria P. Gestal

12 sep 2018 - 05:00

Carrera y Carrera, a las puertas del concurso

 

 

Carrera y Carrera podría cerrar su etapa rusa en los juzgados. La histórica compañía de joyería, controlada desde 2012 por inversores rusos, se encuentra en una situación extrema que podría culminar con el concurso de acreedores. Según fuentes cercanas al grupo, Carrera y Carrera habría presentado ya preconcurso y despedido al grueso de su plantilla mediante un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción.


La empresa ha cerrado ya, al menos, todas sus tiendas en España, donde operaba con puntos de venta monomarca y con corners en El Corte Inglés, aunque la marca continúa estando disponible en varias joyerías. Carrera y Carrera habría prescindido ya del grueso de su plantilla, reduciéndola de más de un centenar a sólo 24 empleados.


La deuda del grupo podría superar los diez millones de euros, la mayoría con entidades bancarias. La empresa tiene en propiedad la marca y sus oficinas en San Agustín del Guadalix, donde se encuentra también la fábrica.


 

 

 

Esta figura de la Ley Concursal abre a la empresa un plazo de cuatro meses para negociar con sus acreedores o, de lo contrario, entraría en concurso. 


El grupo ha pasado por varios momentos complicados en su historia. La empresa, de capital familiar, cambió de manos en 1999, cuando un grupo de inversores liderados por María Eugenia Girón y Louis Urvois, junto con 3i, se hicieron con el control. En 2004, se unió a ellos Lladró, que terminaría por hacerse con el 100% en 2006.


Ese mismo año, el grupo fichó a Nathalie Guedj, ex de Van Cleef&Arpels y Cartier, como nueva consejera delegada. Pero el estallido de la crisis obligó a Carrera y Carrera a llevar a cabo un primer ajuste, con un ERE en 2010.

 

 

 

 

En paralelo, Lladró, su propietario, tampoco pasaba por un buen momento y comenzó a desinvertir en activos no estratégicos, entre ellos Carrera y Carrera. El grupo vendió entonces la empresa a la sociedad Caruli Limited, con domicilio en Londres, aunque hoy en el Registro Mercantil la matriz que figura es Brand Marketing&Management, con sede en Suiza.


Según fuentes cercanas a la compañía en esa época, detrás de estas sociedades podría encontrarse la familia Prokhorova, una de las más ricas de Rusia y con inversiones por todo el mundo.


El nuevo propietario remodeló a todo el equipo directivo y colocó al frente a Svetlana Kuprianova, quien asumió las riendas en 2012. Su segundo al mando era Javier Gala, hoy en Uno de 50, quien fichó por Carrera y Carrera en 2006 y llegó a ser subdirector general. Desde el año pasado, la empresa está pilotada por Julia Eremina, ex responsable de la marca en el mercado ruso, a la que ha sido imposible contactar.

 

 

Pilar de la joyería española

Carrera y Carrera comenzó su andadura en 1885 de la mano de Saturio Esteban Carrera, quien estableció un pequeño negocio de joyería en el Barrio de las Letras de Madrid. En la década de los años veinte, José Esteban Carrera, hijo de Saturio, asumió la gestión de la empresa tras aprender el oficio de lapidario en París.

 

Más tarde, se incorporaron al negocio también sus sobrinos: José, Saturio, Pedro y Andrés, quienes trabajaron para la compañía en sus años de esplendor, la década de los cincuenta y sesenta, cuando la marca ganó relevancia internacional de la mano de las actrices de Hollywood que visitaban entonces España.

 

El relevo a la cuarta generación se produjo en la década de los sesenta, cuando Manuel Carrera, bisnieto de Saturio, tomó las riendas de la compañía y comenzó a dar sus primeros pasos en el extranjero. La marca fue uno de los estandartes del lujo español y fue, junto a Loewe, socio fundador del Círculo Fortuny, al que ya no pertenece.