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Caramelo vuelve al mercado: multimarca, México y Portugal de la mano de Creaciones Nicolás

La compañía vallisoletana se ha quedado la licencia de producción y distribución de la línea de mujer y hombre. La marca está desde el año pasado en manos de la toledana Kangaroos.

Iria P. Gestal

5 may 2021 - 05:00

Caramelo vuelve al mercado: multimarca, México y Portugal de la mano de Creaciones Nicolás

 

 

Cuatro años después de su liquidación, Caramelo salta de nuevo al mercado. La compañía gallega, que entró en los juzgados en 2016 y selló su venta a Transfleet tres años después, empieza una nueva etapa apoyada en el canal multimarca. Esta fase está pilotada por su nuevo propietario, Kangaroos, que la compró a Transfleet el año pasado, y por la compañía vallisoletana Creaciones Nicolás, que se ha quedado con la licencia de producción y distribución.

 

La primera colección de Caramelo mantiene el logo histórico de la marca y un estilo similar al que tenía cuando desapareció, con una oferta compuesta de camisas, polos y pantalones chinos.

 

“Tenemos mucho respeto por la historia de la marca y empleamos sólo tejidos europeos y producimos en España y Portugal”, relata Iván Gutiérrez, director comercial de Creaciones Nicolás, a Modaes.es.

 

 

 

 

La primera colección ha comenzado a distribuirse en 300 puntos de venta en España, otros 200 en México y quince más en Portugal. La empresa está haciendo también hincapié en el canal online, tanto a través de la plataforma multimarca de Creaciones Nicolás, Casualwear, como a través de terceros. Este verano, por ejemplo, ha firmado ya su entrada en la plataforma rusa Lamoda.

 

A corto plazo, el objetivo es dar el salto también a El Corte Inglés y, más adelante, comenzar también a tejer una pequeña red de tiendas propias. “Antes del Covid-19 teníamos previsto abrir tres este año, pero aplazaremos el plan a 2023”, explica el ejecutivo.

 

Después de una venta fallida y la retirada de varios pujadores del proceso, Caramelo pasó a manos de la sociedad Transfleet Europa, el menor postor de la subasta. La empresa, controlada por el empresario Emilio Pérez Fojón y otros dos socios, tenía previsto invertir un millón de euros en su relanzamiento.

 

Pero finalmente, el año pasado, antes del estallido del Covid-19, Transfleet traspasó la firma a Kangaroos, que ya se había interesado por Caramelo en el proceso de liquidación, pero que había terminado retirándose.

 

 

 

 

Kangaroos, con sede en Fuensalida (Toledo) está especializado en el diseño y fabricación de calzado, pero desde 2011 ha crecido con compras similares a las de Caramelo. La empresa controla, por ejemplo, Coronel Tapiocca, El Caballo o Devota&Lomba, entre otras.

 

La alianza con Creaciones Nicolás fue natural, ya que tiene ya la licencia de otra de las marcas del grupo, El Caballo. “Ellos hacen zapatos, que es su especialidad, y nosotros nos quedamos con la ropa”, explica Gutiérrez.

 

Creaciones Nicolás opera también con otras tres marcas: Centauro, que opera con siete corners en El Corte Inglés, y Por qué, que concentra su distribución en el canal multimarca. La empresa espera que Caramelo cope el 5% de su facturación.

 

Su experiencia en el multimarca ha contribuido al rápido relanzamiento de Caramelo: en total, la compañía opera con 1.500 puntos de venta multimarca en España y 120 en Portugal, y está presente en México de la mano de los grandes almacenes Liverpool. La empresa, que no comunica su facturación, tiene su sede en Valladolid y produce en Turquía, Portugal y China. Su plantilla asciende a cien personas.

 

Caramelo echó a andar en la década de los setenta y llegó a emplear a un millar de personas. En 2007, Inveravante, el brazo inversor de Manuel Jove, y Sodiga, el mayor fondo de la Xunta de Galicia, se hicieron con un 45,2% del capital. Jove llegó a controlar el 92,5%.

 

Después llegaron tres expedientes de regulación de empleo (ERE) y un concurso de acreedores que se superó en 2013. Tres años después, en 2016, la empresa fue a liquidación. La última tienda de Caramelo bajó la persiana en A Coruña en 2017.