Caramelo revisa sus cuentas de 2008 y eleva sus pérdidas a 29,9 millones

Caramelo perdió 29,9 millones de euros en 2008. La compañía, que aborda una difícil negociación con los sindicatos para sacar adelante un profundo plan de reestructuración, había informado hasta ahora de unas pérdidas de 27 millones. El informe de auditoría de Ernst & Young, sin embargo, eleva en casi tres millones los números rojos. La Xunta de Galicia había solicitado dicho informe para evaluar el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la compañía, ya que pedía tres años consecutivos de pérdidas como condición para aprobar los 237 despidos en su fábrica de A Coruña. Dicho informe sitúa en 3,7 millones las pérdidas acumuladas sin consolidar en 2006, y en 18,1 millones en 2007.Los datos fueron difundidos ayer por los sindicatos, que recibieron de la dirección de la empresa los datos aportados a la Administración gallega. Durante el encuentro, los representantes de los trabajadores mostraron su disposición a tratar de bajas voluntarias si la empresa retira el ERE. Mientras tanto, los trabajadores de la compañía realizaron ayer la primera de tres jornadas consecutivas de paro, que proseguirán hoy y el jueves. Ernst & Young atribuye en su informe la situación de la compañía "al hecho de no haber emprendido los cambios que exigió el mercado textil a comienzos de esta década y su mala aplicación años después, agravado por la situación económica". La auditora también apunta a la necesidad de impulsar medidas correctoras para garantizar la continuidad de la compañía, que ha planteado varias medidas para reducir costes en 22 millones de euros este mismo año.Por otro lado, Caramelo mostró ayer la disposición de la empresa de lograr fondos por 14,2 millones de euros y 2,2 millones más en 2010, para los que los accionistas podrían realizar "un último esfuerzo inversor". En cualquier caso, la empresa condiciona la inyección de fondos a la aplicación de su plan de reestructuración. Caramelo, que posee las marcas Caramelo, Caramelo Jeans y Antonio Pernas, está controlado por Inveravante, el holding inversor de Jové, que alcanza el 92,5% del capital. Sodiga, sociedad de capital riesgo de la Xunta, controla el 7,5% restante. Fernando Maudo, ex director de Coronel Tapioca, asumió la dirección del grupo a principios de este año.