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Caramelo: PostQuam abandona la ‘guerra’ por la marca y se lanza a la moda con su firma propia

La compañía vallisoletana, especializada en cosmética, ha decidido “por el bien de la marca y de los acreedores” no recurrir la sentencia del juez en el que adjudicó la firma a la sociedad Kosu Nuno.

Iria P. Gestal

29 jun 2018 - 04:52

Caramelo: PostQuam abandona la ‘guerra’ por la marca y se lanza a la moda con su firma propia

 

 

PostQuam se desmarca de la guerra por Caramelo. La compañía vallisoletana, que realizó la puja más alta por la marca gallega, ha decidido no recurrir la sentencia del juez en la que declaró nula su participación en la puja y dio por no realizada la adjudicación.

 

Tras esa decisión, la marca se le adjudicó a la segunda oferta más alta, la de la sociedad Kosu Nuno, detrás de la que presuntamente se encuentra un inversor gallego. Su identidad es, sin embargo, desconocida: según el Registro Mercantil, el socio único de Kosu Nuno es el diseñador Manuel Bolaño, que asegura que vendió hace un año su participación a su entonces socia, la abogada Carmen Tarrón, el pasado junio.

 

PostQuam, Do Rego y Transfleet apelaron la decisión del juez de adjudicar la marca a Kosu Nuno, pero los recursos fueron desestimados a principios de mes. Ahora, PostQuam, especializada en cosmética para el canal profesional, ha decidido dar un paso al lado y no recurrir la sentencia “por el bien de la marca y de los acreedores”, según explican a Modaes.es.

 

 

  

 

Sin embargo, la empresa proseguirá su apuesta por el negocio de la moda para dar salida a la inversión realizada hasta ahora en el que debía ser el relanzamiento de Caramelo. La compañía ya realizó una prueba a principios de año con seis modelos de sneakers bajo la marca Jean Claude Olivier, con la que opera en el sector de la cosmética y el equipamiento profesional para peluquerías, y ahora prevé lanzar una colección con 48 modelos de sneakers y alpargatas, además de relojes, gafas y otros complementos.

 

El objetivo es poner en marcha 46 tiendas (22 propias y 24 franquicias) de Jean Claude Olivier entre España y Portugal antes de verano, y lanzar con Jean Claude Olivier los diseños que se pensaron para Caramelo. Adeás, la empresa ha comenzado las obras para adaptar 950 metros cuadrados de sus oficinas al textil, así como los almacenes.

 

Caramelo salió a subasta a principios de 2017 tras ir a liquidación. La compañía vallisoletana ofreció 505.000 euros, por delante del medio millón de euros que ofreció Kosu Nuno. Por su parte, Roberto do Rego Fernández, propietario de Do Rego&Novoa, pujó con 478.000 euros, Kangaroos ofreció 468.000 euros y Transfleet Europa, 362.000 euros. 

 

 

 

 

Sin embargo, aunque en un inicio el juez le adjudicó la marca a PostQuam, otros candidatos apelaron la decisión al considerar que la compañía vallisoletana no había cumplido con los plazos para presentar la oferta. El pasado febreroel juez anuló la operación y adjudicó Caramelo a Kosu Nuno.

 

Caramelo, por su parte, echó a andar en la década de los setenta y llegó a emplear a un millar de personas. En 2007, la compañía pasó a manos de Inveravante, el brazo inversor de Manuel Jove. 

 

En 2009, la empresa presentó su primer expediente de regulación de empleo (ERE), al que le seguirían otros dos en 2012 y 2014 en el marco de una profunda reestructuración. Finalmente, la empresa presentó su liquidación en octubre de 2016 y desde entonces se encontraba en la búsqueda de un comprador para la marca.