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Caramelo: el juez recibe ofertas por la marca

La compañía, controlada por el empresario Manuel Jove a través del fondo Inveravante, entró en liquidación a finales del año pasado tras superar un concurso de acreedores en 2014.

Iria P. Gestal

22 mar 2017 - 05:00

Caramelo inicia la puja por la marca

 

 

 

Carmelo podría tener una segunda vida de la mano de nuevos inversores. El Juzgado de lo Mercantil de A Coruña, donde la empresa presentó su liquidación a finales del año pasado, ha recibido las primeras ofertas de inversores interesados en hacerse con la marca, según han explicado fuentes cercanas a la operación a Modaes.es.

 

El proceso de liquidación lo está gestionando Antonio Zamorano, director del bufete coruñés Zamorano Abogados. La compañía decidió presentar liqudiación directa el pasado octubre, descartando la presentación de un concurso voluntario de acreedores para tratar de recuperar la viabilidad.

 

La empresa nombró entonces a un liquidador con el objetivo de vender sus activos y encarar así las deudas con proveedores y trabajadores, que a finales del año pasado ascendían a 180 empleados. La compañía también mantiene, además, algunas tiendas abiertas, como la que opera en la plaza de Lugo, en el principal eje comercial de A Coruña.

 

La compañía ya pasó por los juzgados entre 2013 y 2014, cuando ejecutó una profunda reestructuración que implicó el despido de 180 trabajadores, el cierre de cincuenta corners en El Corte Inglés y la reducción de su red de tiendas a menos de una decena.

 

 

 

 

A finales de septiembre de 2016, Caramelo despidió a su hasta entonces director general, Enrique Fernández del Riego, debido a los malos resultados que arrastraba la compañía. Fernández del Riego había llegado a Caramelo en 2012 con la misión de internacionalizar el negocio, tras una trayectoria que le había llevado por empresas como Cortefiel o Marks&Spencer.

 

Según los últimos datos disponibles, Caramelo (participada en un 93% por Inveravante y en un 7% por la Xunta de Galicia) finalizó 2014 con una cifra de negocio de 13 millones de euros. Las previsiones de la empresa pasaban por crecer un 30% en 2015.

 

De cerrarse la venta de la marca, Caramelo se sumaría así a una larga lista de enseñas españolas que encontraron una segunda vida de la mano de inversores que se hicieron con la firma en pleno proceso concursal.

 

Fue el caso de Coronel Tapiocca, que entro en concurso de acreedores y posteriormente en liquidación en 2011, cuando estaba controlada por Gala Capital. A finales del mismo año la marca fue dividida en dos: Kangaroos compró la firma para calzado y Studios Middelburg, para el resto de negocios, incluida la ropa.

 

 

 

 

Tras el concurso de Studios Middelburg, liderada por Diego García, ex director general de Coronel TapioccaKangaroos se hizo con el cien por cien de la marca de moda. La empresa ha crecido a través de adquisiciones y también se hizo con las marcas AïtaVictorio&LucchinoEl Caballo y Devota&Lombacuando estaban en proceso concursal.

 

Lo mismo ocurrió con Fun&Basics, que cambió varias veces de manos desde que Javier Goyeneche, impulsor también de Ecoalf, la fundase en 1994. En 2012, la sociedad Mar de Moel, controlada por Javier Guerra y Marian Vence, se hizo con su control en el marco de la liquidación de activos de la empresa, que había entrado en concurso de acreedores arrastrada por el impacto de la crisis económica. Guerra, ex consejero de Economía de la Xunta de Galicia y con una larga experiencia en el textil, vendió a principios de año la firma a Flores.

 

El año pasado, el empresario José Flores, afincado en la localidad gaditana de Ubrique, se hizo con la marca con el objetivo de relanzarla a través de El Corte Inglés y el comercio multimarca.

 

La enseña de moda infantil Canada House, que entró en concurso de acreedores a finales de 2012, fue rescatada de los juzgados por el vehículo de inversión barcelonés Endurance Partners, que se hizo con la marca y el cien por cien de la plantilla.