Caramelo congela despidos para encauzar las negociaciones

Nueva oportunidad para Caramelo. La dirección de la compañía dejó en suspenso la semana pasada los despidos disciplinarios contra 25 trabajadores de la compañía por los daños registrados en su fábrica de A Coruña durante las protestas laborales, como un gesto para tratar de encauzar las negociaciones. La empresa y los sindicatos se reunieron el viernes con la mediación de la Xunta de Galicia y, aunque no lograron avances sustanciales en la negociación por el expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a 237 trabajadores, sí acordaron una nueva agenda negociaciora.Las conversaciones, que se reanudarán esta semana, habían quedado en punto muerto después de que Caramelo iniciara en los juzgados los trámites para presentar concurso de acreedores y tras los destrozos en su centro productivo. Por el momento, el proceso concursal sigue adelante después de que el Juzgado Mercantil de A Coruña encargado del mismo aceptara a trámite la vía previa del concurso. Caramelo acumula una deuda de unos 60 millones de euros y la Xunta gallega es uno de sus principales acreedores, además de accionista, con un 7,5% del capital. El expediente se inscribe en un plan de viabilidad global de Caramelo, controlada por el empresario Manuel Jové a través de su sociedad Inveravante, que posee el 92,5% del capital. El objetivo del plan es reducir costes en 22 millones de euros para sacar a la compañía de los números rojos. Caramelo, que controla las marcas Caramelo, Caramelo Jeans y Antonio Pernas, registró en 2008 unas pérdidas de 29,9 millones.